El gobernador de Salta, Gustavo Saénz, se plantó ayer frente a la Casa Rosada con mate, bombos y gauchos de la Asociación Tradicionalista Gauchos de Güemes para reclamar la reactivación de obras paralizadas desde el inicio del gobierno de La Libertad Avanza. Saénz había prometido acampar si no comenzaban las obras clave para el desarrollo del norte, pero la Policía Federal impidió la instalación de la carpa.
Pasadas las 18, el mandatario llegó con el grupo dispuesto a montar el reclamo y retomar la protesta anunciada semanas atrás, especialmente por la paralización de la ruta nacional 9/34 y otras vías fundamentales para la región norte del país. Sin embargo, frente a la negativa policial, Saénz optó por no romper la ley. “No nos dejan acampar. Está bien, tampoco vamos a ir en contra de la ley ni mucho menos. Nunca encadenado: yo soy un hombre de puente, de diálogo”, dijo resignado.
En medio de bombos y cámaras, salió a saludarlo el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien evitó dar certezas sobre el inicio de los trabajos y prometió reencauzar el diálogo “después de las elecciones del 26 de octubre”. “Ahora estamos en época de campaña, es muy difícil poner de acuerdo a todos”, agregó Francos.
El reclamo público de Saénz está respaldado por el Pacto Todos por Salta, firmado el 30 de septiembre, con el apoyo de más de 200 representantes de sindicatos, universidades y empresarios para exigir la inclusión en el Presupuesto 2026 de obras clave como las rutas 51, 40, 50, el puente de Vaqueros, acueductos y gasoductos para el corredor bioceánico. Desde junio de este año también cuenta con el aval del Pacto de Güemes y había sido ratificado en reuniones con Francos y el ministro Luis Caputo.
Saénz advirtió que su reclamo no busca confrontación ni fotos de conflicto. “No soy un hombre de cadenas, sino de puentes. Tengo autoridad moral porque acompañé para que haya equilibrio fiscal. Lo que no me gusta es que me mientan, no me mienten a mí, le mienten a los salteños”, sostuvo. Además, fustigó la centralización del Gobierno nacional: “La Argentina no empieza ni termina en Buenos Aires. Hay una Argentina que duele y espera obras fundamentales para su crecimiento”.
El gobernador hizo especial énfasis en el abandono del norte: “Todos los días vemos si renuncia Espert, si baja Santilli, o cuánto sale la boleta. Mientras tanto, las rutas del norte son rutas de la muerte. No hay gestión”. También cuestionó el recorte a personas con discapacidad: “Este Gobierno intempestivamente les cortó y suspendió todos sus beneficios”.
La escena de tensión terminó sin carpa ni respuestas concretas, mientras en el Movistar Arena el presidente Javier Milei ofrecía un show con luces y guitarras, y Saénz lo hacía con bombos y poncho en la puerta de Balcarce 50.
“No quiero comer milanesa con Milei, quiero que se hagan las obras”, lanzó Saénz antes de aclarar: “No es contra nadie ni funcional al kirchnerismo. Basta de hipocresía y cinismo. Cuando las provincias crecen, el país se fortalece. Salta tiene futuro en un país federal. Primero los salteños”.
