La Legislatura de Santa Fe dio este miércoles un paso clave para frenar el avance del vapeo entre jóvenes. La Cámara de Diputados aprobó un proyecto que regula el uso y la venta de cigarrillos electrónicos y vapeadores, un fenómeno que crece con fuerza en Argentina, especialmente en adolescentes.
El proyecto impulsado por la diputada Sonia Martorano modifica la Ley 12.432 y propone prohibir el uso de estos dispositivos en espacios cerrados de acceso público, igual que el cigarrillo tradicional. También prohíbe la venta de vapeadores y tabaco calentado a menores de 18 años, y extiende la prohibición de publicidad, promoción y patrocinio.
Además, incluye campañas educativas en escuelas y espacios comunitarios para advertir sobre los riesgos, y reconoce la adicción al vapeo como enfermedad, con atención médica incluida.
La iniciativa llega ante la preocupación por el fácil acceso a estos productos a través de redes sociales y comercios, a pesar de que la ANMAT prohíbe su comercialización desde 2011 en todo el país. Los dispositivos se popularizaron por sus aromas frutales y diseños atractivos, vinculados culturalmente a lo “moderno” o “menos dañino”.
Pero la evidencia médica no avala esa imagen: el vapor contiene nicotina en alta concentración, compuestos tóxicos y metales pesados como níquel y plomo, asociados a daño pulmonar severo. Según la Organización Mundial de la Salud, el 5,4% de los adolescentes de 13 a 15 años en la región usa cigarrillos electrónicos, similar al 6% que consume tabaco tradicional.
Sonia Martorano: “El cigarrillo electrónico no es inocuo, genera adicción y daño pulmonar, hay que proteger a las nuevas generaciones”
Martorano alertó que el vapeo fue presentado inicialmente como una herramienta para dejar de fumar, pero la realidad cambió. “Empezó con la idea falsa de que no era tóxico. Hoy vemos otro resultado”, dijo.
El proyecto pasa ahora al Senado para su debate final. Si se aprueba, Santa Fe será una de las primeras provincias en adaptar su legislación antitabaco para incluir específicamente a los cigarrillos electrónicos y vapeadores.
Otras provincias ya analizan medidas similares ante la creciente incidencia del vapeo entre menores, que muchos especialistas consideran puerta de entrada a la adicción temprana a la nicotina.


































