Santiago Maratea quedó otra vez en el centro de la polémica tras ser denunciado por el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires por difundir consejos de alimentación sin título habilitante. La institución le exigió que se retracte públicamente de sus dichos en redes sociales.
Pero Maratea no se quedó callado. Usando su cuenta de Instagram, donde tiene más de 3,3 millones de seguidores, respondió con acusaciones fuertes contra la directiva del colegio. Según contó, varios nutricionistas le enviaron mensajes revelando un “conflicto interno” grave dentro de la entidad.
“Se destapó una olla. Me llamaron nutricionistas pidiéndome que cuente el conflicto interno que hay con la presidenta Laura Salzman: acusaciones de abuso de poder, corrupción, créditos al Banco Provincia que no se explican, plata que falta y conflictos administrativos con algunos inmuebles”, dijo Maratea.
El influencer, conocido por sus campañas solidarias y millonarias colectas, además se burló del pedido de paradero que, según él, habría solicitado el colegio. Prometió publicar en tiempo real dónde está para facilitar su localización y evitar que se active algún protocolo en su búsqueda.
Maratea se consolidó en los últimos años como una de las figuras más influyentes del mundo digital argentino y la denuncia del colegio vuelve a poner en discusión el papel de los influencers en temas de salud pública y los límites de sus opiniones en redes sociales.
La denuncia y las acusaciones cruzadas mantienen en vilo a la comunidad y exigen una aclaración oficial del Colegio de Nutricionistas ante las graves imputaciones en su contra.
