José Luis Daza asumirá la Secretaría de Finanzas en medio de una tormenta financiera que se desatará días después de las elecciones de este domingo. El desafío inmediato: un vencimiento de deuda por $12 billones de pesos, que incluye bonos atados al dólar oficial y letras ajustadas por inflación.
El foco principal esta semana será el tipo de cambio, que ya sufrió una presión inusual semanas atrás, llegando al tope de la banda de flotación. Aunque economistas y fondos presionan para que el Gobierno abandone el esquema de bandas y libere el dólar, el equipo económico ha descartado esta opción hasta ahora.
Un dato clave es que el viernes de esta semana vencerán bonos por 4,8 billones de pesos vinculados al dólar oficial, una traba central para una corrección inmediata del tipo de cambio. Según Portfolio Personal Inversiones (PPI), el Banco Central intenta aliviar la carga ofreciéndoles a los bancos que poseen esos bonos haciéndolos canjear por títulos con vencimientos más largos, sin necesidad de pasar por subastas nuevas.
Por otro lado, los contratos de dólar futuro que maneja el BCRA suman casi US$6.875 millones, el mayor volumen desde 2016. Esto genera un riesgo adicional: si gana fuerza la expectativa devaluatoria post elecciones, el Banco Central tendrá que pagar diariamente las diferencias, lo que puede impactar en sus reservas.
Además del vencimiento de bonos vinculados al dólar oficial, el Gobierno debe enfrentar rendimientos de bonos indexados por inflación y letras a tasa fija. El lunes, justo después de los comicios, Finanzas anunciará las condiciones para su colocación de deuda el miércoles, buscando atraer inversores dispuestos a estirar plazos.
“Si el resultado electoral fuera negativo para el oficialismo y creciera la expectativa de devaluación, el BCRA sufriría pérdidas en los futuros y debería pagarlas día a día,” explicó un operador consultado.
En síntesis, la Secretaría de Finanzas empieza su gestión en un contexto altamente delicado, con vencimientos históricos y mucha presión sobre el tipo de cambio. Las decisiones que tomen en las próximas semanas serán clave para la estabilidad financiera del país.

































