Donald Trump sorprendió a decenas de miles de asistentes durante el funeral del activista conservador ultraderechista Charlie Kirk en Arizona al declarar que “odia a sus oponentes”.
Kirk, fundador de la organización Turning Point, fue asesinado el 10 de septiembre cuando un estudiante de 22 años, Tyler Robinson, le disparó durante una charla en la Universidad Utah Valley. A pesar de que la viuda, Erika Kirk, perdonó públicamente al agresor, Trump usó el acto para convertir el funeral en una manifestación política de fuerte carga conservadora y anti-oposición.
“Él no odiaba a sus oponentes, quería lo mejor para ellos”, dijo Trump, pero luego se apartó del texto oficial para sentenciar:
“Ahí es donde discrepaba con Charlie. Yo odio a mis oponentes y no quiero lo mejor para ellos”
. Su discurso tuvo lugar en el Estadio State Farm frente a 73.000 personas que asistieron en forma masiva desde la madrugada.
El presidente elevó a Kirk como un héroe nacional y anunció que le otorgará la Medalla Presidencial de la Libertad a título póstumo en una ceremonia en Washington. Varios funcionarios del Gobierno acompañaron la ceremonia, incluyendo al vicepresidente JD Vance, quien atribuyó su triunfo electoral y el de Trump al legado de Kirk.
Stephen Miller, subjefe de Gabinete, extendió el mensaje del asesinato como ataque directo al movimiento conservador:
“Creíste que podías matar a Charlie Kirk. Lo hiciste inmortal”
. El evento evidenció el vínculo cada vez más sólido entre el trumpismo y el conservadurismo cristiano, con Trump comprometiéndose a “devolver a Dios al país”.
El secretario de Estado, Marco Rubio, comparó la obra de Kirk con la misión de Jesucristo, y la secretaria de Salud Robert F. Kennedy Jr. y la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, también hablaron en la ceremonia que duró casi cinco horas.
La viuda de Kirk, vestida de blanco, dedicó palabras conmovedoras y pidió perdón para el joven agresor:
“Lo perdono porque fue lo que hizo Cristo y es lo que Charlie haría”
.
Desde temprano, miles llegaron al estadio con camisetas y banderas patrias para respaldar la causa conservadora que simbolizó Kirk. El funeral fue designado con el máximo nivel de seguridad por el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU.
