El presidente Donald Trump anunció que los miembros de las Fuerzas Armadas de EE.UU. recibirán sus sueldos el 15 de octubre, a pesar del cierre parcial del gobierno federal iniciado el 1 de octubre. En un mensaje en su red social Truth Social, Trump dijo que autorizó al secretario de Defensa, Pete Hegseth, a utilizar “todos los fondos disponibles” para este fin.
Esta medida evita que más de 1,3 millones de militares activos queden sin sueldo, pero desató polémica porque implica el uso de cerca de 8.000 millones de dólares de fondos del Pentágono antes destinados a investigación y desarrollo, incluidos proyectos de armamento y modernización tecnológica.
Fuentes de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) advirtieron que esta maniobra podría violar la Ley de Antideficiencia, que prohíbe gastar fondos no autorizados por el Congreso. Los funcionarios podrían enfrentarse a multas o incluso a penas de prisión si se confirma esta violación.
Trump responsabilizó a los demócratas, especialmente al líder del Senado, Chuck Schumer, a quienes acusó de “mantener como rehenes” a los militares con un “shutdown radical de la izquierda”.
La medida fue celebrada por algunos legisladores republicanos como Jen Kiggans, defensora del proyecto “Pay Our Troops Act”. Pero legisladores demócratas como Rosa DeLauro cuestionaron la legalidad del uso de esos fondos y solicitaron al organismo de control GAO que investigue la gestión durante el cierre.
Mientras tanto, miles de empleados civiles del gobierno federal han empezado a recibir pagos reducidos o fueron suspendidos sin goce de sueldo, aumentando la presión política para resolver el bloqueo presupuestario. Ahora, con el pago garantizado a los militares, una de las mayores vías de presión para que el Congreso actúe queda anulada, lo que podría extender el cierre más allá de la tercera semana.
El debate en Washington continúa centrado en la legalidad y el impacto político de esta maniobra. Por ahora, los militares seguirán cobrando, pero la incertidumbre sobre el futuro económico de otros trabajadores y proyectos clave del Pentágono persiste.
