Las ventas minoristas pyme por el Día de la Madre 2025 sufrieron una caída real del 3,5% interanual, confirmó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), y marcaron el cuarto año consecutivo de retroceso. La pérdida se atribuye al deterioro del poder adquisitivo y a que la fecha ya no logra impulsar el consumo, a pesar de que más del 80% de los comercios aplicó descuentos y financiaciones agresivas como cuotas sin interés y reintegros bancarios.
El ticket promedio nominal creció casi un 10% frente a 2024, ubicándose en $37.124, pero en términos inflacionarios eso significa una caída real del 16,7%. Los consumidores priorizaron productos más económicos y planificaron anticipadamente sus compras, lo que limitó el impacto positivo de las ofertas.
En cuanto a la percepción del sector, un 41,7% de los comercios reportó ventas en línea con lo previsto, mientras que el 35% quedó por debajo y solo un 23% superó expectativas. Este desempeño moderado refuerza la idea de un consumo contenido y con demanda restringida.
Los rubros con mayores contracciones reales fueron electrodomésticos y artículos del hogar, con una caída del 8,4%, e indumentaria, que bajó un 5,3%. Por el contrario, tecnología fue el único sector que creció en términos reales, con un aumento del 15,7%, impulsado por renovaciones y financiaciones.
Los sectores más golpeados fueron cosmética y perfumería, con una baja real del 24,2%, y librería, que cayó 6,3%. En librería las ventas se enfocaron en productos económicos como agendas y papelería, mientras que cosmética sufrió pérdidas pese a promociones extensas, afectando la rentabilidad.
Calzado y marroquinería mostró ligera mejora nominal pero una caída real de 1,9%, señal de un mercado estable pero con márgenes ajustados. El común denominador entre los vendedores fue una frase contundente:
“No hay plata”
, reflejando la difícil situación del consumidor.
El Día de la Madre 2025 dejó un saldo discreto y márgenes mínimos, sin señales de recuperación para el consumo pyme en un contexto de inflación alta y pérdida del poder adquisitivo.
Con datos de CAME, queda claro que la tradicional fecha de consumo no logra revertir la tendencia general de caída en las ventas minoristas del sector pyme.
