Exequiel “Changuito” Zeballos vivió un partido cargado de emociones en La Plata. Boca enfrentó a Estudiantes y el santafesino volvió a ser titular tras varios encuentros. En la primera mitad, Zeballos lideró la jugada más clara del equipo: encaró por izquierda, desbordó al defensor Gómez y el árbitro sancionó penal por falta.
Tomó la pelota con decisión pero falló el remate, que dio en el palo y salió desviado. La reacción fue instantánea: se tomó la cabeza, consciente de que había dejado pasar una chance crucial para ganar.
Minutos después, Cristian Medina, su excompañero y amigo que ahora defiende a Estudiantes, se le acercó y lo cruzó con un gesto amistoso, pero también afilado: le tocó el cabello y le tiró una frase que Zeballos contó entre risas al final del partido.
“Sí, sí, me puteó, me mufó, me mufó”
El delantero aclaró que, a pesar del mal momento, había buena onda entre ellos y destacó la fortaleza del grupo. Contó que en el entretiempo los referentes y compañeros lo apoyaron para recuperarse y salir con confianza al segundo tiempo. Esa confianza rindió frutos: Zeballos marcó el gol que abrió el camino a la victoria de Boca.
Sobre el rival y la importancia del triunfo, dijo que Estudiantes fue un rival durísimo y elogió el desempeño de Medina. También avisó que el equipo ya piensa en el Superclásico y que la victoria suma confianza para lo que viene.
El partido terminó con Boca festejando un triunfo clave en una cancha complicada. Zeballos pasó de la frustración al alivio y ratificó que, aun con errores, su protagonismo crece en Boca.


































