Abelardo de la Espriella ha entrado con fuerza en la contienda presidencial para 2026, ganando terreno en la derecha colombiana con un discurso directo, provocador y una estrategia mediática afinada. En un momento en que el uribismo enfrenta divisiones internas tras el asesinato de Miguel Uribe, De la Espriella aprovecha el desorden para posicionarse como el candidato anti-Petro más visible y con mayor alcance.
La muerte de Miguel Uribe alteró la dinámica del Centro Democrático, que venía de años de aparente disciplina interna para definir candidato. Luego del atentado, surgieron confusiones y posturas divididas en la familia Uribe y en la misma colectividad, lo que tuvo como resultado el aplazamiento de la consulta partidista y un desgaste político para sus aspirantes.
María Fernanda Cabal, favorita en meses recientes para representar al uribismo, se ha mantenido fuerte en la interna pese a las zigzagueantes maniobras de la familia Uribe y la viuda de Miguel, María Claudia Tarazona, quienes intentaron influir en ese proceso. Junto a Cabal destacan también Paloma Valencia y Paola Holguín, quienes suman peso pero no logran superar a la líder de ese grupo.
Por su parte, el exembajador Juan Carlos Pinzón ha generado preocupación por lograr atraer votos del centro, lo que tensiona aún más la disputa interna derecha. Pero es De la Espriella quien ha logrado capitalizar el descontento hacia el gobierno de Petro con un discurso beligerante que promete extradiciones, cárcel para corruptos cercanos a la izquierda y la convocatoria a Álvaro Uribe como vicepresidente.
Su estilo irreverente y histriónico lo ha convertido en un fenómeno en redes y medios. Con podcast, canciones y hasta producción de ron, Abelardo apela a un electorado tradicional de derecha, cansado del “populismo de izquierda”. Mientras su rival mediática, Vicky Dávila, intentó atacarlo, sus ataques fueron contraproducentes y muchos de sus seguidores ahora se inclinan hacia él.
María Fernanda Cabal sigue muy fuerte en la disputa interna del Centro Democrático y todo indica que será la ganadora en la consulta, con el respaldo también de sus competidoras. Sin embargo, el impulso de De la Espriella lo coloca como el rival más visible para enfrentar a cualquier aspirante de Petro en la izquierda.
En el otro lado, el panorama para el uribismo es incierto. El desgaste interno y la falta de unidad contrastan con la estrategia mediática y política que De la Espriella ha sabido montar, consolidando su figura como un “tigre” listo para pelear la presidencia y poner fin al “Socialismo del Siglo XXI”, como llama a la izquierda.
Mientras la izquierda sigue movilizando fortalezas en torno a Petro, quien no renuncia a su candidatura pese a críticas, en la derecha la carrera apenas comienza y el enfrentamiento entre Cabal y De la Espriella será la pulseada más dura para definir al candidato que busque sacar al presidente actual del poder en 2026.
