San Onofre, Sucre, vive una crisis creciente por la violencia contra las mujeres tras el feminicidio de Januaris del Rosario Rodríguez Julio el pasado 23 de octubre. La víctima fue asesinada por su pareja en una zona urbana del municipio, un hecho que encendió las alarmas de la Red Comunitaria de Prevención y Detección de Violencias contra las Mujeres, Niñas y Niños de Sucre.
La organización social denunció que este no es un caso aislado. En apenas dos meses se han presentado varios incidentes con presunción feminicida sin respuesta clara de las autoridades, lo que aumenta la sensación de miedo y vulnerabilidad entre las mujeres de San Onofre.
Januaris, de 35 años, fue víctima de la violencia machista que la Red señala como parte de una estructura persistente de impunidad, silencio y normalización que permite que las mujeres sean asesinadas, incluso por las personas que deberían protegerlas.
Además, la alcaldesa Marta Cantillo también fue atacada físicamente el 9 de septiembre y permanece incapacitada. La situación evidencia la inseguridad latente para las mujeres en el municipio, que según la Red Comunitaria, requiere medidas urgentes.
Exigen estado de emergencia por violencia de género
La Red Comunitaria hizo un llamado fuerte a las autoridades locales, departamentales y nacionales para activar mecanismos de prevención, atención y protección. También pidieron garantizar acceso a la justicia para las víctimas y sus familias.
“Cada feminicidio es una herida abierta en nuestra sociedad y una señal clara de falta de voluntad política y recursos institucionales para frenar esta violencia estructural”, dijo la organización.
Proponen además declarar a San Onofre en estado de emergencia por la alta tasa de feminicidios y violencia de género, calificando la situación como una emergencia de salud pública que necesita respuestas firmes y sostenidas.
La Red Comunitaria subrayó que no se callarán ni tolerarán el miedo mientras una sola mujer viva en riesgo en San Onofre. La violencia psicológica, física, sexual, económica y patrimonial es una realidad que golpea a las mujeres a diario en este territorio del Caribe colombiano.
La falta de resultados en la investigación y las denuncias persistentes ponen en duda el compromiso institucional ante esta tragedia social que afecta a toda la comunidad.
						
									

































