La madrugada del jueves 16 de octubre, la comunidad de la vereda Cordoncillos, en la zona rural de Ocaña, descubrió el cuerpo sin vida de Darwin Meneses Pedroza, líder social y miembro de la Asociación por la Unidad Campesina del Catatumbo (Asuncat).
El hallazgo se produjo junto a una vía, donde Meneses vestía un bluyín claro y un saco oscuro con un charco de sangre bajo su cuerpo, señal clara de violencia. Inicialmente, su identidad fue desconocida hasta que se confirmó en Teorama, su pueblo natal.
La comunidad alertó a las autoridades, que llegaron para realizar la inspección judicial y comenzar las investigaciones. La administración municipal de Ocaña admitió que no se tienen aún detalles claros sobre cómo ocurrieron los hechos.
“Infortunadamente se presenta esta circunstancia de la cual desconocemos los detalles, pero esperamos que las autoridades esclarezcan los hechos”, declaró Fredy Arenas Romero, secretario de Gobierno de Ocaña.
Desde Asuncat emitieron un comunicado denunciando que el asesinato estaría vinculado al ELN, grupo armado que según ellos sería responsable del crimen. La organización calificó a Meneses como un campesino comprometido con la defensa de los derechos humanos y la construcción de paz en Catatumbo.
En su mensaje, Asuncat hizo un llamado urgente a detener la violencia contra líderes sociales, campesinos y defensores de derechos humanos que operan en la región, solicitando medidas de protección y un cese a los ataques.
Amigos y familiares de Meneses expresaron su dolor en redes sociales, recordando su compromiso con su comunidad y lamentando la pérdida que deja a sus hijos huérfanos.
La Fiscalía avanza en las investigaciones del homicidio, mientras en la zona se mantiene la tensión por el recrudecimiento de ataques contra líderes sociales en Catatumbo.
