El reciente anuncio de Estados Unidos sobre el aumento de aranceles a productos colombianos prende las alarmas en el Valle del Cauca, una región que depende fuertemente del comercio con el país norteamericano.
Harold Londoño Martínez, jefe de Análisis Económicos de la Cámara de Comercio de Cali, señaló que el Valle vende a EE.UU. cerca de $600 millones en exportaciones al año. Desde la entrada en vigor del TLC, estas ventas aumentaron un 150%. Cualquier aumento en aranceles impactaría directamente este crecimiento.
El departamento crece económicamente a un ritmo del 3,4% anual, impulsado por exportaciones y remesas. Sin embargo, el riesgo de tarifas más altas genera preocupación entre empresarios y expertos.
“Más aranceles significan precios más altos, menos competitividad y pérdida de empleos en sectores agrícolas y manufacturas que dependen del mercado americano”, aseguró Hugo Ruano, analista económico y político.
Juan Manuel San Clemente, director ejecutivo del Comité Intergremial y Empresarial del Valle del Cauca (CIEV), advirtió que esta situación golpea justo cuando la región disfruta un crecimiento sostenido. Entre enero y julio, las exportaciones del Valle superaron los $1.500 millones, con un aumento del 17% y la participación de más de 1.000 empresas exportadoras.
Además, el Valle del Cauca es el principal receptor de remesas en Colombia y cerca de la mitad provienen de EE.UU., otro canal económico que está en riesgo por tensiones diplomáticas.
“Instamos al gobierno nacional a fortalecer el diálogo con Washington y activar mecanismos diplomáticos para preservar esta relación esencial para la seguridad y desarrollo del país”, dijo San Clemente.
El llamado es claro. La región, que ha mantenido fuertes lazos comerciales con EE.UU., requiere estabilidad para sostener su economía, evitar pérdida de empleos y mantener el flujo de inversiones y turismo afectado por disputas políticas.
Esta tensión ocurre en un contexto de incertidumbre por decisiones arancelarias y potenciales medidas restrictivas desde Washington que siguen bajo evaluación, mientras el gobierno colombiano busca manejar la crisis diplomática para proteger la economía local.
