El barrio Blanco, en la comuna 2 de Cúcuta, es reconocido por su amplia oferta de centros médicos y espacios deportivos, pero enfrenta problemas de seguridad y mantenimiento que preocupan a la comunidad.
Fundado en 1954 por el Banco Central Hipotecario con un programa de 41 viviendas, el barrio debe su nombre a las primeras casas blancas que generaron una imagen de simetría que cautivó a vecinos y transeúntes. Originalmente, fue habitado por comerciantes, médicos y profesores locales, quienes impulsaron desde el inicio la vida deportiva.
En la avenida 0A entre calles 19 y 20, la plazoleta de baloncesto funciona desde la fundación del barrio y ha sido cuna de destacados jugadores que incluso llegaron a la Selección Colombia, según el presidente de la Junta de Acción Comunal, Fernando Huertas.
El colegio Calasanz, creado en 1963, y el Parque de los Niños —uno de los más antiguos de la ciudad— son puntos emblemáticos para los vecinos. Este último se usa cada mañana como espacio para trotar, aeróbicos y otras actividades deportivas. La zona también cuenta con más de siete centros médicos, facilitando el acceso a servicios de salud y apoyando el comercio local.
Además, el parque mantiene árboles frutales como tamarindos, mangos y mamones, y es frecuentado por vendedores ambulantes de barrios vecinos como La Cabrera, La Playa y El Páramo.
Entre los residentes circulan historias y leyendas del barrio, como la presencia de alias ‘El Gocho’, un habitante de calle que cuida vehículos desde 2013 y mantiene cierto orden, y la creencia popular de que el Parque de los Niños fue nombrado en memoria de tres menores asesinados en 1940, además de relatos sobre supuestos sucesos paranormales nocturnos.
Inseguridad y deterioro afectan calidad de vida
El principal problema para los habitantes es el aumento de personas en situación de calle, muchas provenientes del canal de aguas lluvias de La Cabrera. Según denuncias, estas personas consumen estupefacientes y duermen en espacios públicos, lo que ha desencadenado robos y daños en el parque, incluido el hurto de partes de los juegos mecánicos.
Los vecinos señalaron que el Parque de los Niños presenta deterioro por falta de mantenimiento, con estructuras oxidadas y luminarias dañadas. También exigen mayor control en la movilidad, pues algunos conductores estacionan sobre andenes y otros invaden la plazoleta de baloncesto usándola como parqueadero, además de conducir a alta velocidad.
En respuesta, el Instituto Municipal para la Recreación y el Deporte de Cúcuta (IMRD) anunció una intervención para el parque financiada con créditos. También la Policía Metropolitana, en conjunto con la Fiscalía General, impulsa investigaciones para desmantelar “ollas” y frenar el microtráfico en el sector.
Joan Botello, secretario de Movilidad, informó que se llevan a cabo campañas de educación vial diarias en la ciudad. Botello dejó claro que el enfoque del gobierno local, bajo la dirección del alcalde Jorge Acevedo, es la pedagogía y no la imposición de multas para mejorar la convivencia vial.
A pesar de los problemas, los habitantes valoran la cercanía al Cristo Rey y la presencia de dos iglesias que fortalecen la unión comunitaria.
El barrio Blanco sigue siendo un referente histórico y social en Cúcuta pero lucha por combinar su tradición deportiva y médica con la seguridad y el cuidado de sus espacios públicos.


































