BBVA elevó un 10% su oferta pública de adquisición (OPA) por Banco Sabadell, pasando ahora a pagar exclusivamente en acciones para optimizar la fiscalidad de la operación.
Según el nuevo acuerdo, los accionistas de Sabadell recibirán una acción de BBVA por cada 4,8376 títulos de su cartera, mejorando la oferta previa que combinaba efectivo y acciones. BBVA había insistido hasta ahora que no subiría su propuesta, pero la presión del mercado y el diferencial negativo de -7,61% la llevaron a aumentar valor y reestructurar su propuesta para lograr la aceptación.
Con esta mejora, BBVA valora Sabadell en 3,39 euros por acción, lo que sitúa la operación en unos 19.500 millones de euros, un máximo no visto en más de una década. Sabadell cerró la Bolsa el viernes en 3,34 euros.
Carlos Torres Vila, presidente de BBVA, afirmó:
“Con esta mejora ponemos en manos de los accionistas de Banco Sabadell una oferta extraordinaria, con valoración y precio históricos, y la oportunidad de participar del enorme valor generado con la unión.”
Además, BBVA renunció a futuras mejoras de precio o ampliaciones del periodo de aceptación, aunque no aclaró si mantendrá el umbral mínimo de aceptación del 50% de derechos de voto.
Los accionistas que acepten la oferta tendrán una participación del 15,3% en el grupo combinado y, según BBVA, un beneficio por acción un 41% superior al que lograrían manteniendo a Sabadell independiente.
La oferta 100% en acciones mejora sustancialmente la fiscalidad para los accionistas españoles, quienes no tributarían por plusvalías si la aceptación supera el 50% de los derechos de voto, lo que BBBVA califica como “neutral desde el punto de vista fiscal”.
Pese a la mejora, el proceso sigue detenido a la espera de la aprobación por la CNMV del suplemento informativo que recoge la nueva propuesta. Una vez autorizado, se reanudará el plazo de aceptación hasta completar los 30 días inicialmente previstos, desde su inicio el 8 de septiembre.
Desde la óptica de BBVA, la fusión también es favorable para sus propios accionistas, con un aumento proyectado en el beneficio por acción del 3% desde el primer año y un retorno de inversión incremental estimado en 17%.
El impacto sobre el capital regulatorio CET1 será negativo en 21 puntos básicos tras la operación, aunque se anticipa que mejorará a +40 puntos tras la venta de la filial británica TSB y el pago de un dividendo extraordinario aprobado por Sabadell.
