El bizcocho de mandarina, una receta sencilla y tradicional de la repostería mediterránea, está ganando espacio en las mesas colombianas esta temporada por la disponibilidad de mandarinas frescas y su sabor cítrico que atrae a grandes y chicos.
Con solo 3 mandarinas medianas, 3 huevos, 200 gramos de azúcar, y una mezcla básica de harina y polvo de hornear, este bizcocho logra una textura esponjosa y un aroma que llena las cocinas en días fríos o lluviosos. Es un plato práctico para desayunos, meriendas o postres simples que no requiere técnicas complicadas.
El proceso es rápido: se pelan y baten las mandarinas con huevos, azúcar y aceite (de girasol o oliva suave), luego se mezcla con harina, levadura y sal antes de hornear la masa en un molde de 22 cm a 180°C durante 35 a 40 minutos. El resultado es un bizcocho húmedo que al enfriarse se puede decorar con azúcar glas o ralladura de mandarina para dar un acabado fresco y atractivo.
Esta receta rinde entre 10 y 12 porciones y se ha convertido en una opción práctica para aprovechar la fruta de temporada. Además, es versátil y admite variantes como añadir chispas de chocolate, frutos secos o glaseados, adaptando el plato a distintos gustos.
El auge del bizcocho de mandarina responde a la creciente demanda por preparaciones caseras fáciles, con aromas y sabores que remiten a tradiciones familiares y estaciones del año, en un mercado que aprovecha el abundante suministro de cítricos en Colombia durante los últimos meses del año.


































