Brasil acelera su apuesta para crecer en el mercado global de minerales críticos ante la reciente decisión de China de limitar sus exportaciones. Así lo confirmó el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira, destacando que el país posee alrededor del 10% de las reservas mundiales de estas materias primas, incluyendo tierras raras, oro, cobre y uranio.
El gobierno brasileño realizó esta semana la primera reunión del Consejo Nacional de Política Minera (CNPM), con la participación del presidente Lula, donde aprobaron seis resoluciones para reestructurar la gobernanza del sector y dar prioridad a minerales estratégicos y tierras raras.
En el Congreso avanza con carácter urgente el proyecto de ley 2780/2024, que propone nuevas reglas para la explotación y una mayor fiscalización, además de la creación de una empresa estatal llamada EBMinerals para coordinar e investigar la industria minera. También se contempla la obligación de que las grandes empresas inviertan al menos el 0,4% de sus ingresos en investigación y desarrollo.
El proyecto incluye la formación de un Comité Interministerial con participación de la sociedad civil para mitigar impactos ambientales y sociales, clave para enfrentar críticas y garantizar consultas previas a comunidades indígenas y tradicionales, sobre todo en zonas como el valle de Jequitinhonha en Minas Gerais, foco de explotaciones recientes autorizadas a la automotriz china BYD.
Sin embargo, el Ministerio Público Federal brasileño exigió suspender temporalmente las licencias de minería de litio en esa región ante la falta de consulta previa que resguarde los derechos de comunidades locales. Se denuncian impactos ambientales graves como la reducción hídrica y riesgos sobre 248 comunidades.
La caída internacional de precios del litio, que bajaron en un 86,5% desde diciembre de 2022, también golpea a Brasil. Empresas como Companhia Brasileira de Lítico y Sigma Lithium frenaron o ralentizaron sus expansiones frente a un mercado saturado y exceso de oferta global, especialmente impulsado por la producción china.
Esta coyuntura se suma a una reciente gran operación anticorrupción de la Policía Federal que desmanteló una red de sobornos ligada a licencias mineras en Minas Gerais. La investigación involucra a altos funcionarios de la Agencia Nacional de Minería (ANM), incluyendo a su director, Caio Mário Trivellato, y preocupa a diversos sectores por la magnitud del escándalo, con más de 22 órdenes de detención preventiva y bloqueos de bienes.
Tras esto, la Asociación Brasileña de Municipios Mineros (Amig) presiona para reformas legales que aumenten la transparencia fiscal y fortalezcan la ANM, buscando evitar que la corrupción siga entorpeciendo la expansión responsable del sector.
En síntesis, Brasil ve una ventana para posicionarse como proveedor clave mundial, pero enfrenta desafíos internos fuertes: bajo nivel actual de producción, caída de precios, riesgos sociales y ambientales y la urgente necesidad de reformar la gestión del sector para asegurar la sostenibilidad y evitar corrupción.
