Una cajera principal del banco en Sabaneta, Antioquia, fue sentenciada a siete años de prisión luego de robar más de $435 millones de la entidad financiera donde laboraba.
Jenni Marcela Ortiz Díaz, de 36 años, planificó y ejecutó el hurto con precisión. Manipuló las cámaras de seguridad para evitar ser detectada y engañó a su compañero de trabajo para lograr su cometido.
El robo, que tuvo lugar dentro del banco, llamó la atención por su nivel de sofisticación y la confianza que Ortiz Díaz generaba en su entorno laboral. A pesar de estar bajo estrecha vigilancia, logró sustraer una suma millonaria durante un periodo no especificado antes de ser descubierta.
Las autoridades judiciales revisaron las grabaciones alteradas y otras pruebas que llevaron a la condena firme contra la cajera. El caso refleja un desafío importante para la seguridad bancaria en la región y pone en alerta a otras entidades financieras sobre controles internos.
La sentencia fue dictada esta semana en los juzgados de Antioquia, concluyendo un proceso legal que evidenció la vulnerabilidad interna de algunas instituciones. Ortiz Díaz deberá cumplir siete años privados de libertad y hacer frente a procesos civiles por el dinero robado.
El banco afectado no ha emitido declaraciones públicas sobre el caso, pero fuentes internas confirman que reforzarán los sistemas de monitoreo y auditorías internas para evitar incidentes similares.
