Cali se convirtió esta semana en epicentro mundial de innovación y acción ambiental con compromisos financieros, liderazgo femenino y educación para la biodiversidad. Durante la tercera jornada de la Semana de la Biodiversidad, se anunció la movilización de 1.600 millones de dólares para la conservación de los océanos, destacando un modelo financiero que va más allá de la filantropía tradicional.
Gustavo Manrique, exministro de Ambiente de Ecuador y actual presidente de San Vito Soluciones Ambientales Totales, expuso cómo su país logró un canje de deuda que combinó ahorro soberano y donaciones para fortalecer la protección marina del Pacífico. “Con 40 centavos de dólar compramos un dólar de deuda, generando un ahorro histórico para invertir en ecosistemas marinos”, dijo Manrique. Este mecanismo creó un impacto de 1.600 millones, que incluye proyectos transfronterizos con Colombia, Costa Rica y Panamá, formando el corredor de conservación más grande del mundo, que abarca 500.000 km2.
Manrique también impulsó la creación de nuevas estructuras financieras, como las Compañías de Activos Naturales (NAC), que permitirán a inversionistas privados financiar directamente la conservación de arrecifes, bosques y fuentes de agua. Según él, Colombia tiene un potencial significativo para replicar estos modelos y atraer capital privado a sus ecosistemas.
Otro ecuador fundamental de la jornada fue la Cumbre Mundial de Mujeres Cuidadoras de la Biodiversidad, que resaltó la infrarrepresentación femenina en la gobernanza climática mundial. María Inés Salamanca, representante de ONU Mujeres en Colombia, enfatizó la urgencia de cerrar brechas de género en decisiones ambientales:
“La mayoría de quienes negocian la crisis climática son hombres. Necesitamos mayor participación de mujeres para una gestión más justa y efectiva.”
La cumbre reunió a lideresas, activistas y defensoras territoriales, y dejó sobre la mesa propuestas concretas para aumentar la inclusión femenina en espacios de decisión sobre biodiversidad.
En el terreno de la educación ambiental, Cali inauguró la Ciudadela Educativa en el Parque Deportivo Los Almendros, un proyecto del programa Bioconecta que une a 21 instituciones académicas y científicas para formar a niños, jóvenes y docentes como guardianes de la naturaleza con experiencias que integran ciencia, cultura y territorio.
En materia de cooperación internacional y biodiversidad, el DAGMA, Conservación Internacional y el Instituto Humboldt firmaron un acuerdo para instalar 120 cámaras trampa en zonas estratégicas de Cali, con el fin de hacer seguimiento efectivo a especies en peligro y mejorar la gestión ambiental local.
Además, la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), junto con ONG colombianas COSPE y Coopermondo, lanzó el proyecto Futuro Rural, con una inversión de 1,5 millones de euros. La iniciativa buscará beneficiar a más de 15.000 jóvenes rurales y apoyar 60 proyectos en sostenibilidad, equidad de género e innovación.
La agenda de la Semana de la Biodiversidad seguirá con la Cumbre CEIBA, que reunirá a más de 150 emprendedores e inversionistas de América Latina y el Caribe para discutir finanzas verdes y bioeconomía, y la Casa Humboldt abrirá sus puertas a actividades de innovación ambiental.
Con estos avances, Cali reafirma su rol clave en la región para impulsar estrategias integrales que conectan finanzas, ciencia, educación y equidad de género en la conservación de la biodiversidad.
