Nawat Itsaragrisil, anfitrión de Miss Universo Tailandia, canceló abruptamente la cena exclusiva prevista para las diez finalistas más votadas en redes sociales luego de un choque público con Fátima Bosh, representante de México.
El evento, que iba a reunir a las candidatas con Itsaragrisil y la actual Miss Universo, fue suspendido por presiones de patrocinadores y un comunicado oficial de la Miss Universe Organization (MUO) que desautorizó actividades extraoficiales fuera del calendario oficial.
El conflicto arrancó cuando Itsaragrisil cuestionó públicamente a Bosh por no participar en una dinámica digital paralela al certamen principal destinada a elegir a las candidatas más populares en redes. Esta iniciativa, que no estaba avalada por MUO, generó expectativas entre fanáticos y patrocinadores, pero terminó siendo catalogada como ilegal por violar derechos de propiedad intelectual de la franquicia.
El comunicado de MUO fue contundente: “Cualquier actividad independiente que use el nombre, logo o marcas de Miss Universo sin autorización escrita es una violación de derechos y no está reconocida por la organización central”. Además calificó la votación y eventos relacionados como engañosos y ajenos a la competencia oficial.
Tras el pronunciamiento, los patrocinadores expresaron “preocupaciones e incomodidad” que llevaron a retirar su apoyo, obligando a MGI, la organización anfitriona, a cancelar la “Cena especial y talk show del Top 10 con la reina Victoria y el Sr. Nawat”.
“MGI ofrece sinceras disculpas a los fanáticos por cualquier inconveniente y agradece su compromiso y entusiasmo al apoyar a sus representantes”, dijo la organización.
Este revés llega en medio de una competencia internacional que busca proteger su marca y asegurar que todas las actividades respeten reglas claras y autorizaciones previas. Fuentes cercanas a la organización destacan que MUO mantiene una política estricta para evitar que terceros realicen eventos paralelos que puedan confundir a patrocinadores y seguidores.
Por ahora, el certamen solo reconoce oficialmente etapas tradicionales como traje típico, traje de noche, traje de baño y ronda de preguntas finales, descartando cualquier concurso paralelo o actividad no autorizada.
La cancelación de la cena deja en evidencia la tensión entre organizadores, delegadas y la central de Miss Universo en Estados Unidos, un episodio que podría complicar la visibilidad de algunas candidatas que apostaban a su popularidad digital como camino para avanzar en la competencia.
El conflicto pone sobre la mesa el choque entre estrategias locales y las reglas globales de marcas internacionales en eventos de alto perfil como Miss Universo.


































