Carlos Alcaraz sufrió una derrota inesperada en su primera ronda decisiva del Masters 1000 de París tras caer ante Cameron Norrie, poniendo en duda su permanencia como número uno del mundo.
El español, que llegó al torneo tras una temporada exigente y con la presión de defender puntos clave, mostró pocas sensaciones y mucha irregularidad. Su nivel estuvo lejos del que ha demostrado en días difíciles y acumuló demasiados errores no forzados en momentos críticos. Físicamente se notaron señales de fatiga, además de problemas con la mano que él mismo reconoció afectaron su ritmo y precisión.
Desde lo táctico, Norrie impuso cambios de ritmo, mejoró su servicio y mantuvo a Alcaraz lejos de su mejor tenis. En conjunto, fue un día gris para el español que terminó eliminado antes de lo esperado.
Se abre la opción para Jannik Sinner
La derrota reduce el colchón de puntos que tenía Alcaraz y abre la puerta para Jannik Sinner, quien puede arrebatarle el trono mundial si gana el título en París. Sinner necesita levantar la copa para sumar los puntos que le permitan superar al murciano, pasando de 11.250 a 11.500 unidades.
Pero el cambio no sería definitivo. El calendario sigue abierto con las ATP Finals en Turín, donde Alcaraz puede recuperar terreno. El español solo necesita ganar tres partidos allí para asegurar el número uno sin importar lo que haga Sinner, quien ganó la edición anterior y no puede sumar más puntos en esa competición.
Con la lesión de tobillo en el último partido y la reciente derrota, el desafío para Alcaraz es volver a recuperar ritmo y sensaciones para llegar en buena forma a Turín, donde se definirán las posiciones finales del ranking ATP antes de la Copa Davis.
El duelo entre Alcaraz y Sinner se vuelve más intenso: el italiano tiene la oportunidad matemática pero solo con un rendimiento impecable en el cierre de temporada. Para Alcaraz es clave recuperar su mejor nivel y administrar bien su calendario en las próximas semanas.


































