El presidente Gustavo Petro ordenó este 1 de octubre la expulsión de toda la delegación diplomática de Israel en Colombia tras la detención de dos ciudadanas colombianas en una flotilla humanitaria rumbo a la Franja de Gaza.
Las colombianas, Manuela Bedoya y Luna Barreto, viajaban en la Flotilla Global Sumud que buscaba entregar alimentos y medicinas a la población palestina. Fuerzas militares israelíes interceptaron la flotilla a menos de 90 millas náuticas de Gaza, deteniendo a las dos mujeres en el barco HIO, en lo que la delegación calificó como una violación al derecho internacional y los Acuerdos de Ginebra.
En Twitter, Petro calificó el acto como “un nuevo crimen internacional de Netanyahu” y anunció la denuncia inmediata del Tratado de Libre Comercio con Israel, además de ordenar que la seguridad de la Casa de Nariño quede a cargo del Batallón Guardia Presidencial. “Sale toda la delegación diplomática de Israel en Colombia”, expresó el jefe de Estado, que además solicitó apoyo legal internacional para enfrentar el caso.
La medida implica un fuerte deterioro en las relaciones bilaterales al dejar sin reconocimiento oficial a los embajadores y diplomáticos israelíes en Colombia, lo que afectará la cooperación y negociación de futuros acuerdos estratégicos.
Desde la oposición, el partido Centro Democrático anunció una acción popular contra Petro por esta decisión. Según la colectividad, la salida masiva de diplomáticos israelíes pone en riesgo derechos colectivos de los colombianos y afecta las relaciones entre ambas naciones. En su cuenta oficial de Twitter anunciaron que acudirán a la justicia para frenar la medida.
La tensión entre ambos países también habría hecho que Estados Unidos retirara apoyo de seguridad a la Casa de Nariño, complicando aún más el panorama diplomático para el gobierno de Petro.
