El cierre del Gobierno en Estados Unidos rompió récord y ya es el más largo de la historia tras superar los 35 días que duró entre finales de 2018 y principios de 2019. Este miércoles el Senado volvió a fallar en aprobar una resolución para financiar la actividad estatal, en su decimocuarta votación sin éxito.
La votación terminó con 54 votos en contra y solo 44 a favor, lejos de los 60 necesarios para desbloquear la crisis. La Cámara de Representantes había aprobado previamente la medida, pero el bloqueo en el Senado mantiene paralizadas las actividades no esenciales del Gobierno federal.
En medio del estancamiento, el secretario de Transportes, Sean Duffy, advirtió que si el cierre continúa la próxima semana, será necesario cerrar “ciertas partes del espacio aéreo” con el riesgo de “retrasos y cancelaciones masivas” en vuelos, reportó la cadena CBS.
El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, aseguró que su partido “explora todas las opciones” para poner fin al cierre. Sin embargo, la disputa entre republicanos y demócratas gira en torno al sistema de salud y la extensión de subsidios bajo la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio, una demanda clave para los demócratas.
La tensión también se agrava por la negativa de ambas fuerzas políticas a modificar el filibusterismo, una norma que exige mayoría de 60 votos para aprobar leyes y que Donald Trump ha pedido eliminar para aprobar un financiamiento urgente. “Terminen ya con este ridículo cierre de Gobierno y aprueben nuestras políticas republicanas”, dijo el expresidente en su red social Truth Social.
El cierre tiene consecuencias directas en la población vulnerable. Programas sociales como el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), que da ayuda alimentaria, están afectados. Aunque Trump condicionó la entrega de estas ayudas a que los demócratas reabran el Gobierno, la Casa Blanca afirmó que ya se está cumpliendo la orden judicial para seguir cubriendo al menos la mitad de los hogares beneficiarios en noviembre.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo que se está usando un fondo de emergencia para cubrir el programa y que el presidente Biden no quiere agotar esos recursos. Por ahora, el Gobierno sigue cerrado y sin una fecha clara para el fin del conflicto que paraliza agencias federales y afecta a millones de personas.

































