La ciruela pasa es una fruta deshidratada que concentra nutrientes esenciales y es ideal como snack saludable. Proviene principalmente de la variedad prunus domestica y puede conservarse meses en lugares frescos y secos.
Por cada 100 gramos, ofrece entre 240 y 260 calorías derivadas de 63 a 66 gramos de carbohidratos, casi todos azúcares naturales. Su gran valor está en la fibra dietética: 7 a 8 gramos que combinan fibra soluble e insoluble, clave para la digestión y la salud intestinal.
Además, aporta 2 a 2.5 gramos de proteína y grasas casi insignificantes (0.3-0.5 gramos). Destaca en micronutrientes como la vitamina K, que cubre hasta un 70% del valor diario recomendado, y la vitamina A (15-20%).
También es fuente significativa de minerales: un alto contenido de potasio (700-730 mg), útil para el control de la presión arterial, y pequeñas porciones de hierro, magnesio, calcio y fósforo.
La ciruela pasa se consume sola, añadida en desayunos como avena o yogur, ensaladas, guisos y en panes o repostería para potenciar el valor nutricional. Remojarla mejora su digestión y potencia su efecto laxante.
Especialistas recomiendan consumirla con agua y en porciones moderadas para evitar un exceso de azúcares, especialmente en dietas controladas.
Este alimento tradicional y accesible representa una excelente opción para incorporar fibra, minerales y vitaminas en la dieta diaria sin complicaciones.


































