La compra de los nuevos aviones de combate Gripen para reemplazar la flota obsoleta de aviones Kfir sigue enredada. La negociación, que inicialmente debía cerrarse en septiembre y luego en octubre, aún no concluye.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, confirmó que se contrató una firma externa para asesorar el proceso, buscando “avanzar rápido pero con total transparencia”. Sánchez destacó que el equipo involucra expertos de la Fuerza Aérea Colombiana, el Ministerio de Defensa y representantes del gobierno sueco.
Gustavo Petro había anunciado meses atrás la intención de adquirir los Gripen, aviones modernos fabricados en Suecia, para fortalecer la defensa nacional y reemplazar los antiguos Kfir israelíes que están cada vez más fuera de servicio.
El ministro explicó que el contrato no solo busca proteger la soberanía por al menos 50 años, sino que también tendrá un impacto social positivo sobre energía, agua y salud a través de los programas de compensaciones (offsets) incluidos en la negociación.
La Fuerza Aérea lleva años alertando que mantener los Kfir en piezas limita la operatividad y pone en riesgo la seguridad aérea del país. Sin embargo, hasta ahora los problemas técnicos y legales han demorado la firma final del acuerdo.
Fuentes oficiales insisten en que, pese a los retrasos, la negociación avanza de forma responsable y busca garantizar que Colombia firme un contrato sólido, transparente y con beneficios a largo plazo para la defensa y la sociedad.
Por ahora, el calendario para el cierre de la compra sigue indefinido mientras se perfeccionan los términos legales y técnicos con la asesoría contratada.


































