Alejandro Andrés Carranza Medina, el hombre colombiano asesinado en un reciente operativo militar estadounidense en el Caribe, no era un simple pescador como sostiene el presidente Gustavo Petro. Documentos judiciales revelan que Carranza, alias ‘Coroncoro’, estuvo vinculado en 2016 al robo masivo de 264 armas de fuego de la Policía Metropolitana de Santa Marta.
En ese escándalo, que desnudó corrupción dentro de la policía local, Carranza fue capturado junto a cinco uniformados. Según la Fiscalía, parte de ese armamento fue vendido a la poderosa banda criminal Los Pachenca, dedicada a narcotráfico, extorsión y homicidios en la región Caribe.
Los documentos del proceso judicial señalan que Carranza ayudó a transportar ilegalmente ese arsenal con el apoyo de la patrullera Jennifer Mendoza Gómez. Su testimonio permitió implicar a varios oficiales, incluyendo al entonces jefe de la Sijín, mayor Rolando Pinzón García.
El robo de armas, conocido como el escándalo de 2016, involucró la falsificación de firmas de fiscales y alteración de al menos 227 actas de retiro. Las investigaciones apuntan que el material desapareció sin dejar rastro, mientras los implicados enfrentaron cargos por peculado, falsedad documental y concierto para delinquir.
El pasado viernes 17 de octubre, Carranza murió cuando una lancha fue bombardeada con misiles en una operación de la Marina de Estados Unidos, que continúa con su ofensiva regional contra el narcotráfico. La Casa Blanca y el Pentágono aseguraron que la embarcación estaba vinculada al ELN y transportaba cocaína.
El secretario de la guerra estadounidense, Pete Hegseth, dijo que la orden de ataque fue del expresidente Donald Trump y que en la lancha viajaban tres “narcoterroristas” abatidos en la operación.
Desde Bogotá, Petro rechazó ese argumento y calificó el bombardeo como un “asesinato”. En redes sociales sostuvo que la embarcación pertenecía a una familia humilde de pescadores y pidió respeto por el fallecido.
“La lancha del pescador de Santa Marta no era del ELN, era de una familia humilde, amante del mar y de ahí extraía sus alimentos”
Una familiar de Carranza, Audenis Manjarres, dijo en entrevista que reconoció la embarcación en los videos del ataque y afirmó: “No es justo que lo hayan bombardeado de esa manera”.
El gobierno colombiano mantiene una fuerte disputa diplomática con Estados Unidos por este incidente. La Cancillería anunció que acudirá a instancias internacionales para defender la soberanía nacional tras la muerte de Carranza.
Mientras, el Pentágono insiste en que la campaña en el Caribe es parte de una estrategia contra el narcotráfico con siete operaciones y 30 muertes desde septiembre, entre ellas la de Carranza.
