Cerca de 3.000 estudiantes de los municipios de Amalfi y Anorí, en el nordeste de Antioquia, siguen sin clases presenciales debido a la crisis de seguridad en la zona. Los enfrentamientos entre grupos armados ilegales y la presencia de minas antipersonales en las vías rurales mantienen bloqueada la normalidad escolar.
Las autoridades educativas del departamento confirmaron que esta situación de orden público ha impedido el acceso seguro a las instituciones, obligando a suspender las clases y afectando directamente a miles de niños y jóvenes.
La zona es foco constante de violencia, donde la disputa de grupos ilegales por territorios genera no solo inseguridad, sino también aislamiento para las comunidades. El uso de minas antipersonales agrava la emergencia, dejando rutas de acceso intransitables y aumentando el riesgo para estudiantes y profesores.
La interrupción educativa en Amalfi y Anorí demuestra el impacto directo del conflicto armado en la niñez y la juventud colombiana, reflejando una crisis humanitaria que persiste en varias regiones del país.
Las autoridades locales estudian alternativas para garantizar la continuidad académica, pero hasta ahora no se ha logrado restablecer la presencialidad ni operaciones seguras en las vías rurales.
La comunidad educativa y los padres de familia alertan sobre la urgencia de soluciones que permitan retomar el derecho a la educación sin poner en riesgo la vida de los estudiantes.
