La Procuraduría investiga un aporte irregular de $400 millones presuntamente entregados a Nicolás Petro Burgos para la campaña presidencial de su padre, el presidente Gustavo Petro, según el testimonio de Gabriel Eliás Hilsaca Acosta, aportante y abogado.
Contrario a esto, Nicolás Petro aseguró esta semana en una entrevista con el portal Cambio que “yo nunca le dije a nadie que esos recursos fueran para la campaña de mi papá”. Admitió que recibió $1.300 millones totales, incluidos en su declaración de renta, pero se negó a explicar para qué usó el dinero.
El caso cobra fuerza con el testimonio de Hilsaca, quien dijo ante la Procuraduría que entregó dos pagos en efectivo: $200 millones a mediados de mayo de 2022 y otros $200 millones semanas antes, por solicitud directa de Nicolás Petro. Según el donante, el dinero estaba destinado a la campaña presidencial encabezada en ese momento por Gustavo Petro en la Costa Caribe, donde Nicolás fungía como operador logístico.
El documento del Ministerio Público señala que el aporte no se usó para el fin inicial, aunque Hilsaca lo entregó “como un ejercicio democrático” y por afinidad ideológica con la campaña. Alfonso Hilsaca, padre de Gabriel y conocido contratista del Atlántico, también ha sido investigado por presuntos vínculos con grupos paramilitares.
La polémica no es solo disciplinaria. Nicolás Petro enfrenta un proceso penal por lavado de activos y enriquecimiento ilícito que él rechaza. Además, su caso reaviva polémicas políticas, con críticas al ambiente judicial y posibles presiones. El Sindicato judicial ha rechazado supuestas injerencias del presidente Gustavo Petro en la investigación contra su hijo.
Este capítulo se suma a una investigación que podría escalar en un año electoral tenso, donde la transparencia en el manejo de dineros de campaña y la conducta de familiares en cargos públicos están bajo estricta vigilancia.
