El destructor estadounidense USS Gravely arribó este domingo a Puerto España, Trinidad y Tobago, para realizar ejercicios militares en alianza con la Fuerza de Defensa local. El buque ancló a las 9:00 a.m. bajo estrictas medidas de seguridad en un contexto de fuerte despliegue naval de EE.UU. en el Caribe.
Junto al destructor, llegará la Unidad Expedicionaria 22 del Cuerpo de Infantería de Marina para participar en las maniobras que se extenderán hasta el 30 de octubre, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores de Trinidad y Tobago.
Este despliegue ocurre en medio de la presencia creciente de fuerzas militares estadounidenses en la región, que incluyen al portaaviones USS Gerald Ford y operaciones recientes contra embarcaciones con presunta droga, que han dejado 43 muertos en diez ataques. El objetivo oficial es combatir el narcotráfico y el crimen transnacional.
La primera ministra Kamla Persad-Bissessar defendió la presencia militar de EE.UU. en sus aguas y destacó que Trinidad y Tobago sigue siendo un estado soberano comprometido con la paz y la cooperación regional.
“La visita del USS Gravely es parte de esa colaboración constante de seguridad en la lucha contra el crimen transnacional”, afirmó Persad-Bissessar.
Sin embargo, Edward Moodie, vicepresidente de la Cruz Roja local, pidió que la presencia militar sirva para fortalecer la cooperación civil-militar y evitar confrontaciones. En sus palabras:
“Esta visita debe fortalecer la colaboración y no la confrontación. Nuestro objetivo es proteger vidas y asegurar que los esfuerzos humanitarios y de seguridad vayan de la mano.”
La proximidad geográfica de Trinidad con Venezuela, a apenas 11 kilómetros en su punto más cercano, añade tensión. Estados Unidos intensificó despliegues en la región desde que el presidente Donald Trump autorizó equipamiento militar y tropas en el Caribe, en un contexto de presión para destituir al gobierno venezolano de Nicolás Maduro.
Por su parte, un grupo de diez expresidentes y primeros ministros de la Comunidad del Caribe (Caricom) manifestó su preocupación por el aumento de fuerzas militares estadounidenses, incluyendo buques nucleares y aeronaves, calificándolo como una amenaza para la estabilidad y seguridad regional.
Entre los firmantes están exmandatarios de Jamaica, Santa Lucía, Belice, Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica y Granada. En conjunto recordaron que la región es una “zona de paz” clave para la soberanía del Caribe y para las relaciones internacionales de sus países.
El despliegue de USS Gravely y tropas estadounidenses en Trinidad se suma a una serie de operaciones militares recientes en la zona que buscan cortar rutas de narcotráfico, pero que también mantienen alta la tensión en el Caribe frente a Venezuela y preocupan a líderes caribeños.


































