David Escobar, director de la caja de compensación Comfama, pidió disculpas esta semana tras la polémica generada por el Congreso de Brujería organizado por la entidad en Medellín. Escobar aseguró que el evento no tuvo malas intenciones y defendió la importancia cultural de la actividad.
En una carta abierta, Escobar explicó que palabras como “brujería”, “brujas” y “amuletos” tienen connotaciones positivas en ciertos contextos relacionados con la relación con la naturaleza, la espiritualidad y la memoria ancestral, pero que esos mismos términos causaron rechazo y confusión en otros sectores del público, que los entendieron como algo negativo o peligroso.
El director admitió que el nombre pudo haber causado división y ofreció disculpas “en mi rol y en nombre del equipo directivo” por las consecuencias. Propuso que el evento podría haberse llamado “Espiritualidad, naturaleza y ancestralidad”, que es lo que en realidad se abordó durante la feria popular cultural.
Escobar detalló que el congreso incluyó presentaciones de música del Pacífico colombiano, cantautores y el coro polifónico de Medellín interpretando música sacra. Además, en las conferencias se habló del valor cultural de la cocina como ritual familiar, de la historia de mujeres acusadas de “brujas” por su conexión con la naturaleza, y de prácticas espirituales de comunidades afrocolombianas e indígenas.
El director insistió en que quienes asistieron encontraron un espacio “bello, familiar, con arte, conversación y mucho amor”. Resaltó que Comfama busca visibilizar la multiculturalidad colombiana y promover proyectos culturales que acerquen a la gente a diferentes saberes y tradiciones.
También invitó a que el debate sobre temas controversiales se maneje con respeto y responsabilidad, eligiendo bien las palabras para tender puentes y evitar polarizaciones. Propuso la reflexión sobre cómo tratamos las diferencias en la sociedad y agradeció tanto a críticos como a aliados por contribuir a la reflexión y al aprendizaje.
El director reconoció que en adelante se debe cuidar mejor el encuadre y la explicación de los temas para evitar confusiones y continuar con un diálogo abierto que incluya perspectivas académicas y saberes tradicionales.
El evento, realizado en espacio público, no presentó ningún componente con las connotaciones negativas que algunos le atribuyeron y fue una actividad cultural en la que participaron diversas expresiones artísticas y comunitarias. La controversia surge en un país con una historia compleja alrededor de la palabra “brujería”, que para muchos aún acarrea prejuicios y miedos.
Con esta aclaración, Comfama busca calmar tensiones y reafirmar su apuesta por la promoción cultural como parte de la construcción de paz y convivencia en Colombia.
