Dos ciudadanas colombianas, Manuela Bedoya y Luna Barreto, fueron detenidas ayer por fuerzas israelíes mientras participaban en la flotilla internacional Global Sumud, que intentaba entregar ayuda humanitaria a Gaza. La interceptación ocurrió en aguas internacionales, a 150 millas náuticas del destino.
La operación israelí movilizó varios barcos militares que cercaron la embarcación HIO, donde iban las dos colombianas junto a otros activistas de más de 20 países, incluidos nombres como la activista Greta Thunberg y la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Israel calificó la flotilla como una “provocación” y mantiene un bloqueo naval justificado por razones de seguridad.
El presidente Gustavo Petro reaccionó de inmediato y calificó el hecho como un “crimen internacional”. Ordenó la salida del jefe de la delegación diplomática israelí en Colombia en respuesta a la detención de las colombianas.
“Todo el que se alegre porque un gobierno totalitario detiene jóvenes civiles en aguas internacionales, es porque nunca entendió qué es civilización”
tuiteó Petro.
Manuela Bedoya es brigadista social con años de trabajo en defensa de derechos humanos y el acompañamiento de víctimas del conflicto armado colombiano. Luna Barreto, de 24 años, vive en Jordania y se ha dedicado a la defensa de comunidades migrantes. Antes de ser detenida grabó un video alertando sobre el asedio militar a la flotilla.
La organización Global Sumud denunció que el operativo de Israel viola el derecho internacional y los Acuerdos de Ginebra, ya que las embarcaciones tenían un carácter pacífico y transportaban ayuda humanitaria para la población civil de Gaza.
Por su parte, Israel aseguró que las personas detenidas están “a salvo y en buen estado de salud” y anunció que serán deportadas a Europa en un plazo máximo de 72 horas, según sus procedimientos legales.
Fuentes oficiales en Colombia siguen de cerca la situación para garantizar la protección consular de las dos colombianas mientras se determinan los próximos pasos legales en Tel Aviv.
Este nuevo episodio tensiona aún más la complicada dinámica entre Colombia e Israel y pone en el centro la crisis humanitaria en Gaza y la defensa de activistas internacionales que buscan intervenir en el conflicto desde la sociedad civil.
