El Nuncio Apostólico de Colombia, monseñor Paolo Rudelli, visitó esta semana la Arquidiócesis de Popayán y varias comunidades del Cauca, donde insistió en la importancia de la fe activa y el servicio diario como motor para la reconciliación en la región.
Durante su paso por la parroquia Divino Niño Jesús de Praga y la Catedral Basílica Nuestra Señora de la Asunción, monseñor Rudelli presidió la Santa Eucaristía ante feligreses, sacerdotes, religiosas, indígenas y miembros de los seminarios locales, quienes respondieron llenos de esperanza.
“Acercarse al Señor es un poco peligroso. Nos pone en cuestión”, afirmó Rudelli en su homilía, donde también pidió a los cristianos amar con “un amor que sufre y arriesga” para no caer en egoísmo.
El representante del papa León XIV enfatizó que la fe cristiana no debe buscar grandes milagros ni actos heroicos, sino el compromiso humilde y constante de servicio: “Un granito de mostaza puede mover montañas” dijo, llamando a la comunidad a ser ejemplo de caridad activa.
La visita tuvo un marcado llamado a la unidad y la reconciliación en una zona golpeada por conflictos sociales y violencia. Rudelli destacó la fuerza de la tradición católica en el Cauca y la necesidad de trabajar juntos para fortalecer la evangelización y la paz.
Por su parte, el arzobispo de Popayán, monseñor Ómar Alberto Sánchez Cubillos, expresó agradecimiento por la visita que, dijo, impulsa la revitalización y el sentido de comunidad en la iglesia local.
La Provincia Eclesiástica que comprende además las diócesis de Ipiales, Pasto y Tumaco, y los vicariatos apostólicos de Tierradentro y Guapi, recibió con entusiasmo el mensaje de esperanza y compromiso lanzado por el Nuncio en su recorrido.
Esta gira institucional se da en un momento clave para la iglesia católica en el suroccidente colombiano, que busca reforzar la fe y la cohesión social en zonas con retos históricos, como el Cauca.
