Estados Unidos anunció que pondrá fin a la ayuda militar y económica que entrega a Colombia tras un ataque militar ejecutado en el Caribe contra una embarcación. El mandatario estadounidense Donald Trump confirmó la decisión mientras la tensión entre ambos países alcanza un nivel máximo.
El ataque, realizado sin coordinación previa con el gobierno colombiano, fue interpretado por Bogotá como una agresión directa. En respuesta, Colombia convocó al embajador estadounidense para consultas y evalúa qué medidas diplomáticas tomar. Fuentes oficiales confirman que la crisis puede escalar si no se restablece el diálogo.
Este choque sucede en medio de la histórica cooperación entre los dos países, principalmente en seguridad y apoyo económico para la lucha contra el narcotráfico y grupos armados ilegales. Sin embargo, la acción unilateral de Estados Unidos provocó una ruptura brusca.
Hasta ahora no hay detalles claros sobre el ataque: qué embarcación fue atacada, el objetivo específico ni si hubo víctimas. Tampoco se ha difundido posición oficial del Pentágono o del Departamento de Estado tras la declaración de Trump.
El presidente colombiano aún no se ha pronunciado públicamente, pero fuentes cercanas al Ejecutivo aseguraron que la prioridad es contener la crisis y evitar un enfrentamiento mayor. En el gabinete se analizan todas las opciones diplomáticas, incluyendo protestas formales y la revisión de acuerdos bilaterales.
Este episodio eleva la tensión bilateral a niveles inéditos y pone en entredicho la estabilidad de la alianza entre Washington y Bogotá, clave para la región caribeña y latinoamericana.
