El Gobierno de Estados Unidos anunció hoy la suspensión formal de la ayuda económica destinada a Colombia, acusando al presidente Gustavo Petro de implementar políticas “desastrosas e ineficaces” en la lucha contra el narcotráfico. La decisión, encabezada por el secretario de Estado Marco Rubio, retoma la figura de “descertificación condicionada” retomada desde la administración Trump, que considera que Colombia incumple sus compromisos internacionales en control de drogas.
En un comunicado oficial, el Departamento de Estado dejó claro que Colombia no será certificada según los criterios de la Ley de Asignaciones para 2024, prorrogada para el año fiscal 2025. Esto implica la suspensión de al menos 35 millones de dólares destinados a programas antidrogas, en medio de un máximo histórico de fondos estadounidenses para el país que superan los 232 millones en total.
La sanción llega en un momento crítico tras la inclusión reciente de Petro, su familia y funcionarios clave en la llamada Lista Clinton, que bloquea sus activos y operaciones financieras en Estados Unidos. El Departamento enfatizó que no tolerará lo que llama “complacencia y ánimo a narcoterroristas” dentro del gobierno colombiano.
“La administración Trump está recortando drásticamente la ayuda a Colombia y sancionando al presidente Petro y a sus compinches. Petro debe dejar de consentir a narcoterroristas y permitir que sus fuerzas de seguridad persigan a los criminales.” – Tommy Pigott, portavoz del Departamento de Estado
Aunque la cooperación en defensa y justicia seguirá vigente, el documento estadounidense diferencia entre las instituciones del Estado y las decisiones políticas de Petro, responsabilizando directamente a su círculo íntimo por lo que califican como “fallas e incompetencia.”
Esta suspensión marca un quiebre sin precedentes en las relaciones diplomáticas entre Bogotá y Washington, que hasta ahora mantenían una alianza sólida en materia de seguridad y lucha antidrogas desde hace más de 20 años. Por ahora, el gobierno colombiano no ha emitido respuesta oficial a esta contundente medida.
El golpe económico pone en jaque la continuidad de varios programas contra el narcotráfico y abre un ambiente de alta tensión en la política bilateral, en un momento en que la púrpura de cultivo y los delitos asociados han mostrado indicadores al alza.


































