Cuatro exgobernadores y un exalcalde avanzan en su aspiración presidencial bajo la bandera de la descentralización en Colombia. Se trata de Aníbal Gaviria, exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín; Juan Guillermo Zuluaga, exgobernador del Meta; Olimpo Espinosa, exgobernador de Sucre; y Juan Carlos Cárdenas, exalcalde de Bucaramanga. Ellos recorren el país con el mensaje claro: el centralismo se agotó y la solución es gobernar desde las regiones.
Los aspirantes forman parte de un movimiento llamado “La Fuerza de las Regiones” que busca ser una alternativa frente a la posible reelección de Gustavo Petro. Su plan es someterse a una encuesta el 30 de noviembre para definir quién tendrá el mayor respaldo. El ganador entrará a la consulta popular programada para el 8 de marzo, donde se buscará un candidato único para enfrentar a la izquierda en las elecciones presidenciales.
Aníbal Gaviria, que gobernó Antioquia en uno de los períodos más complejos, ha insistido en que el poder debe trasladarse a las regiones para lograr gobernabilidad y desarrollo equilibrado. “El centralismo en Colombia se agotó, toca empezar a gobernar desde las regiones”, afirmó en varias presentaciones públicas.
Los cuatro candidatos recorren regiones claves del país, aprovechando sus experiencias en gobernación y administración local para fortalecer su propuesta. Antioquia, Meta, Sucre y Bucaramanga serán regiones referencia de su movimiento. La estrategia apunta a captar firmas de apoyo y sumar a sectores políticos y empresariales interesados en la descentralización.
Este bloque regionalista llega justo cuando la nación debate crisis sociales, económicas y políticas por las políticas centralizadas que, según ellos, no han logrado responder a las necesidades locales. Hay fecha y metodología clara: el 30 de noviembre se conocerá quién lidera la fuerza que podría cambiar la próxima agenda presidencial.
La consulta del 8 de marzo será clave para escoger a un candidato que dispute el poder en 2026 frente a la corriente política que hoy gobierna. Por ahora el movimiento muestra músculo político y busca consolidar apoyo en todo el territorio. Los primeros pasos ya están en marcha, la apuesta es clara: gobernar desde las regiones.
