HLB Pharma do Brasil, filial brasileña vinculada al laboratorio argentino responsable del fentanilo contaminado que causó más de 100 muertes, sigue operando en el estado de Rio Grande do Sul, según documentos oficiales y registros públicos que reveló Infobae.
Los hermanos argentinos Ariel García Furfaro y Damían Roberto García son socios de esta empresa en Caxias do Sul desde 2019, cuando compraron y reconvirtieron una firma local de arquitectura en una distribuidora farmacéutica llamada inicialmente Basafarma y luego rebautizada como HLB Pharma do Brasil a fin de 2020. El capital social registrado llega al millón de reales, equivalente a casi 188 mil dólares hoy.
Aunque el objeto social abarca la comercialización y distribución de medicamentos, no hay registro ante la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) de Brasil sobre autorización para fabricar o vender productos farmacéuticos. Tampoco consta producción de fentanilo, pero un consorcio público de Paraná mostró interés comercial en importar 2 millones de dosis de la vacuna Sputnik V en 2021, operación que no prosperó.
Las autoridades brasileñas están alarmadas por las graves falencias en controles y trazabilidad detectadas en el caso. La justicia argentina procesó con prisión preventiva a Ariel García Furfaro y su círculo cercano por ser “accionista mayoritario” y “gerente oculto” del laboratorio Ramallo SA, origen del fármaco contaminado.
Pablo Javkin, intendente de Rosario, denunció vínculos de la red con el narcotráfico y pidió investigar desvíos ilegales del opioide. El caso también presenta conexiones con antiguos escándalos de tráfico de efedrina hacia carteles mexicanos, y García Furfaro figura como socio de un laboratorio Apolo, bajo investigación por continuidades en operaciones ilegales.
Además, García Furfaro intentó expandirse a la triple frontera con Paraguay y Brasil con otro laboratorio. En Paraguay tendría vínculos con una compañía mexicana relacionada con importaciones ilegales de equipos médicos y con personajes sancionados por corrupción como el expresidente Horacio Cartes. Esta zona es foco de creciente infiltración del Primer Comando de la Capital (PCC), principal grupo criminal brasileño, que se interesa en tráfico de precursores químicos y producción de fentanilo.
En septiembre pasado, en la frontera argentina con Paraguay, la Prefectura Naval incautó 177 ampollas de fentanilo y 173 kilos de cocaína, producto del narcotráfico en esta región. Esta operación refuerza la preocupación sobre la posible desviación de opioides legales hacia el mercado clandestino.
Brasil enfrenta un creciente desafío con las drogas sintéticas. En Rio Grande do Sul se descubrió un laboratorio de ketamina, y la policía detuvo a una banda que adulteraba medicamentos veterinarios para producir narcóticos. La circulación de cocaína rosa, mezcla de ketamina, éxtasis y a veces fentanilo, va en aumento y llega a Europa.
Además, en 2023, el Sistema de Alerta Rápida sobre Drogas de Brasil detectó por primera vez nuevas drogas sintéticas peligrosas, con presencia de opioides sintéticos mucho más potentes que el fentanilo.
El caso de HLB Pharma do Brasil muestra las grietas en el control farmacéutico del continente y pone en alerta sobre las conexiones entre laboratorios y crimen organizado en la región.
