La Fiscalía General de la Nación desmanteló esta semana una red dedicada a realizar cirugías estéticas ilegales en viviendas de Medellín, que expuso a 48 mujeres a graves riesgos médicos. Las intervenciones se hacían en locales improvisados, sin condiciones sanitarias ni profesionalismo, poniendo en peligro la vida de las pacientes.
Las autoridades trabajan sobre evidencias que revelan que los procedimientos, ofrecidos en redes sociales como “lipólisis láser con transferencia glútea”, prometían eliminar grasa y aumentar el volumen de los glúteos. Detrás estaba una práctica clandestina con al menos 24 mujeres afectadas por infecciones severas, deformidades y daños permanentes.
Las cirugías se realizaban en casas de los barrios Laureles, San Javier, Guayabal y Olaya Herrera. Tres mujeres identificadas como Jackeline Bedoya Acevedo, María Paola Arango Garrillo y Michel Chaverra Jaramillo eran las responsables directas. Según la Fiscalía y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), ellas aplicaban anestesia, suministraban medicamentos y hacían masajes postoperatorios sin licencia médica ni formación profesional.
Las pacientes afectadas reportaron complicaciones graves, pero nunca fueron atendidas ni recibieron apoyo de estas mujeres. La Fiscalía las capturó y las imputó por concierto para delinquir, estafa agravada en modalidad de delito masa y lesiones personales dolosas.
La entidad advirtió que toda cirugía debe realizarse en clínicas autorizadas y supervisada por profesionales certificados. Además invitó a otras posibles víctimas a denunciar para evitar que la red siga operando y salvaguardar la salud pública.
Este golpe evidencia la necesidad de controlar con más rigor la oferta de tratamientos estéticos ilegales que proliferan en redes sociales y en espacios no regulados, especialmente en una ciudad con alto flujo de pacientes buscando procedimientos estéticos. La Fiscalía reafirmó su compromiso con la protección de los derechos y la seguridad médica de todos los ciudadanos.


































