El Gobierno de Colombia, liderado por el presidente Gustavo Petro y el Ministerio de Hacienda, anunció que presentará una Ley de Financiamiento que incluirá una subida de impuestos para garantizar la viabilidad del Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2026.
La medida busca cerrar un hueco fiscal que el Ejecutivo considera insostenible sin incrementar la recaudación tributaria. La reforma tributaria será la tabla de salvación para evitar un desequilibrio en las finanzas públicas.
Según fuentes oficiales, el presupuesto estatal está al límite y sin esta inyección de recursos por vía fiscal, la ejecución del PGN 2026 correría un grave riesgo. No se han detallado aún las tasas o sectores específicos afectados, pero la propuesta será prioritaria en la agenda legislativa.
El anuncio se da en un contexto de presión creciente sobre el gasto público y la necesidad de financiar programas sociales y de inversión pública sin afectar el manejo responsable de la deuda.
El Gobierno ha intentado, en distintas ocasiones, impulsar reformas tributarias que aumenten la base gravable y formalicen más la economía, y esta nueva Ley de Financiamiento será fundamental para que el Estado pueda sostener los objetivos económicos sin recortar partidas esenciales.
Paralelamente, la oposición ya ha expresado su preocupación ante posibles impactos negativos en contribuyentes y empresas, anticipando un debate ágil y tenso en el Congreso.
Este paquete fiscal será un termómetro para medir la capacidad del Gobierno de Petro para maniobrar en un escenario económico complejo y mantener el equilibrio entre gasto social y disciplina fiscal.
En las próximas semanas se conocerán más detalles técnicos sobre la reforma tributaria, la cual será indispensable para que el presupuesto 2026 no quede en banca rota.
