El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció una recompensa de $100 millones por información que permita capturar a los cabecillas disidentes responsables de la asonada registrada este fin de semana en Huila. Los señalados son alias Popoche y alias Pinzas, quienes según el Gobierno habrían instrumentalizado a la población local con amenazas para afectar las operaciones militares.
Durante una emboscada en el área de Belén (Huila), 74 miembros del Ejército Nacional fueron retenidos temporalmente por estos grupos armados ilegales. Sánchez calificó los hechos como “crímenes de guerra y lesa humanidad” y repudió el uso de civiles, incluidos niños y mujeres, como escudos humanos para frenar el avance de las tropas.
“El cartel de alias ‘Iván Mordisco’ sigue violando el derecho internacional humanitario y cometiendo delitos claros que no podemos dejar pasar”, dijo el ministro.
El funcionario insistió en que estos grupos buscan impedir la recuperación territorial y advirtió que su respuesta es “cobarde y desesperada”. Además, resaltó que la Fiscalía ya tiene denuncias en marcha por estos delitos y que el Estado reforzará su capacidad para enfrentar estos ataques.
Sánchez también informó que su despacho estudia ajustes normativos siguiendo ejemplos de países vecinos para combatir este tipo de crímenes, especialmente los cometidos por los carteles liderados por alias Calarcá y Mordisco.
La situación ocurrió en el marco de una compleja escalada de violencia en las regiones de Huila y Meta, donde las disidencias de las FARC y otros grupos armados no han cesado sus ataques contra la fuerza pública y la población civil.
El ministro lanzó un llamado a la comunidad:
“Cuando se le cierran las puertas a la fuerza pública se las abren al crimen, a la violencia, al reclutamiento forzado, a la sangre y al dolor en los territorios”.
Las autoridades mantienen operativos en la zona para dar con los responsables y estabilizar la seguridad. La tensión sigue alta mientras se confirma la identidad de posibles integrantes de la estructura criminal entre los secuestrados.
