Guns N’ Roses volvió a Bogotá el 7 de octubre y entregó un concierto imparable de casi tres horas en el Vive Claro Distrito Cultural. La banda estadounidense dio un show que los bogotanos ya califican como el mejor en años, superando incluso los dos sold out en El Campín de 2022 y el histórico del 92.
Axl Rose desechó las dudas sobre su estado vocal y encabezó el espectáculo con intensidad y conexión directa con el público. Desde el primer segundo tuvo en vilo a la audiencia, que terminó coreando su nombre con pasión:
¡OEE OEE OEE AXL AXL!
Slash brilló con cada solo y su camiseta de Iron Maiden fue un guiño que confirmó su leyenda viva del rock. Duff McKagan aportó el groove característico, sorprendió con “New Rose” y lució orgulloso su gorra de los Seattle Mariners, su equipo local.
El setlist fue una colección de himnos indispensables: desde “Welcome to the Jungle” hasta “Paradise City”, pasaron por “Sweet Child O’ Mine”, “November Rain” y “You Could Be Mine”. Hubo espacio para homenajes con “Sabbath Bloody Sabbath” en honor a Ozzy Osbourne y para romperla con “Slither”, tema de Velvet Revolver que encendió la euforia colectiva.
Uno de los momentos más impactantes fue durante “Civil War”, cuando Axl Rose pidió y alzó una bandera palestina como símbolo de paz. La acción recibió aplausos y reforzó la conexión emotiva con la ciudad.
La energía en el Vive Claro fue total con una luna brillante como testigo. Más de dos horas y 50 minutos en que la música mandó sin pausas ni distracciones.
Ahora, la gira se traslada a Medellín, pero el recuerdo de Bogotá queda como una experiencia única que no deben perderse los amantes del rock.
