Harvey Weinstein será sentenciado este martes en la misma corte de Nueva York que lo condenó en 2020 por un delito de agresión sexual en primer grado. La víctima es Miriam Haley, exasistente de producción que lo acusó de practicarle sexo oral a la fuerza en 2006.
El juicio, que se extendió por seis semanas y una semana adicional de deliberaciones, terminó con un veredicto de culpabilidad sobre este cargo, aunque absolvió a Weinstein de otro delito grave. El tribunal, presidido por el juez Curtis Farber, contó con un jurado popular compuesto mayoritariamente por mujeres, 7-5.
Weinstein ya había sido condenado por este caso hace cinco años, pero la sentencia quedó anulada en 2023 por errores procesales. Ahora podría enfrentarse a hasta 25 años de prisión, pero se descontarán seis años por el tiempo que ya cumplió tras la primera condena.
Durante el juicio se presentaron cerca de 30 testigos y se expusieron evidencias como fotografías y correos electrónicos que involucraban a figuras como Bill Clinton y Gwyneth Paltrow. También reaparecieron testimonios de otras mujeres, como la modelo Kaja Sokola, que acusó a Weinstein de agresión, aunque en este caso el jurado no alcanzó consenso.
Simultáneamente, un tercer juicio por violación contra el productor fue declarado nulo tras reportarse amenazas entre miembros del jurado. Esta acusación, de la actriz Jessica Mann, será reabierta próximamente según anunció la Fiscalía, y Mann está dispuesta a continuar el proceso.
La defensa, encabezada por el controvertido abogado Arthur Aidala, anunció que apelará la condena del caso Haley, calificando el juicio de “injusto” y denunciando intimidación dentro del jurado.
Además de esta sentencia en Nueva York, Weinstein cumple una condena de 16 años en Los Ángeles por abuso sexual impuesta en 2023. Durante todo el proceso, el ex productor ha mantenido que sus relaciones con las mujeres fueron siempre consensuadas y que ellas buscaban su influencia para avanzar en Hollywood.
El caso Weinstein marcó un antes y un después en la industria y fue motor del movimiento #MeToo que en 2017 expuso agresiones sistemáticas en la meca del cine. La indignación en esas fechas se tradujo en protestas masivas durante el primer juicio en Nueva York, pero esas movilizaciones no se han repetido cinco años después.
