Un hombre fue detenido tras orinar sobre el altar mayor de la Basílica de San Pedro en plena misa del Papa León XIV, un acto que generó conmoción mundial y fuerte repudio.
El hecho ocurrió el viernes 10 de octubre en el Vaticano, cuando el hombre subió hasta la base del Altar de la Confesión, una de las áreas más sagradas del templo. Pese a la rápida intervención de agentes de seguridad vestidos de civil, no se evitó el ultraje. El momento quedó registrado por cámaras de seguridad y fue difundido por el diario italiano Il Tempo.
“El papa León XIV quedó conmocionado tras conocer el acto de profanación”, aseguraron fuentes cercanas al pontífice.
El Vaticano no ha emitido aún un comunicado oficial, pero se confirmó que el Papa solicitará una revisión estricta de los protocolos de vigilancia dentro de la basílica, ante una escalada de incidentes recientes.
Más ataques y preocupaciones de seguridad
Este no es un caso aislado. En mayo de 1972, el geólogo húngaro Laszlo Toth causó daños a la famosa escultura de La Piedad con un martillo, un ataque recordado como uno de los mayores actos vandálicos en el Vaticano.
En junio de 2023, un hombre irrumpió desnudo en el altar con un mensaje político en su espalda, y en febrero de este mismo año un ciudadano rumano causó daños materiales durante una celebración litúrgica tras derribar varios candelabros.
Estos episodios avivan las críticas sobre la seguridad en uno de los sitios religiosos y turísticos más concurridos del mundo, con más de 10 millones de visitantes anuales.
Expertos en patrimonio y seguridad piden mayor presencia de agentes encubiertos y protocolos más rigurosos para evitar nuevos ataques a las reservas artísticas y religiosas del Vaticano.
Por ahora, la atención está puesta en la respuesta del Vaticano y en el impacto que tendrá este último incidente en los sistemas de vigilancia, mientras la comunidad católica mundial sigue consternada por la profanación.
