El huracán Melissa tocó tierra en Cuba la madrugada del miércoles 29 de octubre como categoría 3, y dejó un saldo preliminar de 76.689 viviendas afectadas, de las cuales 4.743 se derrumbaron por completo, según informó el Gobierno cubano este jueves.
El presidente Miguel Díaz-Canel advirtió que las cifras oficiales “quedan por debajo del daño real” y calificó el inicio de la recuperación en las provincias orientales más golpeadas como “la etapa más dura”. Melissa azotó durante siete horas las regiones de Granma, Santiago de Cuba, Holguín, Las Tunas y Guantánamo con vientos de hasta 200 km/h, lluvias intensas y marejadas ciclónicas severas.
Los servicios básicos sufrieron daños graves. El suministro de electricidad se ha restablecido en un 64%, mientras la telefonía móvil y la red fija superan ya el 70% de recuperación. El agua potable es el área más crítica por depender del sistema eléctrico, algunas comunidades reciben agua a través de camiones cisterna.
El ministro de Economía, Joaquín Alonso, detalló que 10.311 casas tienen daños parciales, 12.056 perdieron completamente el techo y 47.753 tienen daños parciales en el mismo. Hasta la fecha, solo 2.190 viviendas han podido ser reparadas.
La agricultura también sufrió un fuerte golpe con 47.833 hectáreas de cultivos perjudicadas. Díaz-Canel destacó que hasta ahora no se reportan pérdidas humanas, y que se protegió a 1.312.000 personas, muchas acogidas en centros estatales y hogares de familiares o vecinos. Actualmente más de 54.000 personas siguen en albergues, 7.500 en centros oficiales.
En ayuda internacional, el viceprimer ministro y ministro de Comercio Exterior, Óscar Pérez Oliva, resaltó la respuesta rápida y variada de la comunidad internacional con ayudas diversas. Naciones Unidas desplegó un plan de acción valorado en 74 millones de dólares, con más de 11 millones ya activados y recibidos. Entre los donantes están Alemania, Noruega, Canadá, Venezuela -que envió toneladas de alimentos y medicamentos-, Colombia con 240 toneladas de ayuda, y la India, que mandará un hospital móvil completamente equipado.
Melissa golpeó con fuerza poco común el extremo oriental cubano, derribando puentes, destruyendo vías, dejando zonas inundadas nunca vistas y ocasionando afectaciones severas a las infraestructuras básicas.
La recuperación será lenta y compleja, advirtieron las autoridades, especialmente en el acceso a agua potable y la restauración total de la electricidad, claves para la vida diaria de cientos de miles de cubanos afectados.
Las autoridades mantienen activo el Consejo de Defensa Nacional para enfrentar las consecuencias de Melissa y coordinar la ayuda nacional e internacional en un esfuerzo conjunto para minimizar la crisis.


































