El ejército israelí intensificó sus bombardeos en la ciudad de Gaza este miércoles y anunció nuevas órdenes para impedir que la población regrese al norte, obligando a desplazarse hacia el sur. La medida amplía el asedio en una de las zonas más pobladas y afecta el movimiento de personas y mercancías, agravando la crisis humanitaria.
Las autoridades sanitarias locales reportaron al menos 17 muertos durante los ataques de hoy, principalmente en la ciudad de Gaza. Un bombardeo en la ciudad vieja causó siete fallecidos, y otros seis murieron al atacar una escuela usada como refugio. Residentes confirmaron bombardeos nocturnos en barrios residenciales.
El ejército anunció que desde hoy bloqueará el uso de la carretera costera para desplazarse desde el sur hacia el norte de Gaza, solo permitiendo el movimiento en sentido contrario. Esto presiona a quienes aún permanecen en el norte a abandonar la ciudad y prohíbe el regreso masivo de cientos de miles que huyeron al sur, aumentando el temor a un desplazamiento permanente y el desabastecimiento.
Mientras tanto, Hamas sigue sin dar una respuesta pública al plan de paz que esta semana presentó el presidente estadounidense Donald Trump, elaborado en conjunto con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. La propuesta exige que Hamas libere a los rehenes, entregue sus armas y renuncie al control de Gaza.
“Aceptar el plan es un desastre, rechazarlo es otro, aquí solo hay opciones amargas, pero el plan es un plan de Netanyahu articulado por Trump”
Así señaló un representante palestino cercano a las negociaciones con Reuters. Hamas lleva tres días revisando el plan sin emitir un pronunciamiento oficial. Fuentes dentro del grupo aseguran que buscan terminar la guerra y el “genocidio” pero responderán según los intereses palestinos.
El plan no contempla un Estado palestino ni ofrece un calendario claro para la retirada israelí de Gaza, algo que Hamas exige desde hace años. Tres pequeños grupos armados palestinos ya rechazaron la propuesta, calificándola de concesión que legitima el control israelí y destruye la causa palestina.
Hasta ahora, varios líderes internacionales han mostrado respaldo al plan de Trump. Sin embargo, desde Gaza se reporta cansancio y desconfianza, mientras la guerra se extiende ya por casi dos años, con cientos de muertos y miles de desplazados. El impacto en la vida diaria es severo y el bloqueo se intensifica.
Con el nuevo bloqueo de la carretera costera, el acceso a alimentos y medicinas en el norte de Gaza se podría agravar más mientras el conflicto no cesa. La situación humanitaria se complica, y la incertidumbre sobre un posible alto el fuego aumenta.
