James Comey, exdirector del FBI, negó este jueves los cargos criminales presentados en su contra por supuestas declaraciones falsas y obstrucción de la justicia relacionados con la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016. En un video publicado en Instagram afirmó que “no tengo miedo” y reafirmó su compromiso para enfrentar los procesos legales.
Los cargos fueron anunciados pocos días después de que el presidente Donald Trump instara públicamente a la fiscal general Pam Bondi a actuar contra Comey y otros críticos. Bondi aseguró: “Nadie está por encima de la ley” al presentar las acusaciones que podrían acarrear hasta cinco años de prisión según la fiscal federal Lindsey Halligan, designada por Trump recientemente.
“Mi familia y yo sabemos que enfrentar a Trump tiene un costo, pero no viviremos de rodillas”, sostuvo Comey en su mensaje.
La acusación se centra en el testimonio que Comey dio ante el Congreso en 2019, a pocos días de que venza el plazo de prescripción de cinco años para presentar cargos. Esta acción judicial es parte de una ofensiva más amplia de Trump durante su segundo mandato para perseguir a opositores políticos.
Trump celebró la presentación de cargos y calificó a Comey como “uno de los peores seres humanos que este país ha conocido”. Aunque negó participar directamente, había confirmado que Halligan fue nombrada para investigar a sus adversarios políticos, incluyendo a Comey.
La disputa legal entre Trump y Comey viene de tiempo atrás. Trump despidió a Comey en 2017 mientras este lideraba la pesquisa sobre vínculos entre su campaña y Rusia. Desde entonces, Comey ha sido una voz fuerte en contra del mandatario, denunciando intentos de manipulación del sistema judicial para fines políticos.
El ex fiscales federal Erik Siebert, predecesor de Halligan, había advertido que no había pruebas suficientes para presentar cargos contra Comey ni contra otras figuras como la fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien también está en la mira de Trump por litigios civiles.
