Junts per Catalunya oficializó hoy la ruptura del pacto político con el Gobierno de Pedro Sánchez luego de que casi el 87% de su militancia respaldara la decisión en una consulta interna. Más de 6.000 miembros participaron en el voto telemático que empezó este miércoles a las 10 a.m. y cerró el jueves a las 6 p.m.
El partido ligado a Carles Puigdemont acusa al PSOE de incumplir los compromisos clave del acuerdo de investidura, que llevó a Sánchez al poder. Esta ruptura pone fin a meses de tensión y enfrentamientos públicos entre las dos formaciones.
La consulta, impulsada por la dirección nacional de Junts, registró un respaldo contundente del 86,98%, lo que deja claro un divorcio inevitable entre ambas fuerzas. La decisión significa un nuevo obstáculo para la estabilidad política en España, justo en un momento de alta sensibilidad por la gestión del Gobierno central.
Junts ya había dejado entrever el distanciamiento por desacuerdos reiterados en políticas y compromisos no cumplidos, ahora ratificados por su base. El impacto político de esta ruptura puede afectar negociaciones futuras y la capacidad del Ejecutivo de Sánchez para mantener apoyos parlamentarios.
Esta noticia marca un punto crítico en la relación entre el independentismo catalán y el Gobierno de coalición, con implicaciones que podrían reverberar también en el escenario europeo.


































