La Reserva Federal presentó un plan preliminar que reduciría drásticamente los aumentos en los requisitos de capital para los grandes bancos de Wall Street, según personas con conocimiento directo de las negociaciones.
Fuentes indican que el nuevo esquema implicaría incrementos entre 3% y 7% en el capital total para la mayoría de estas entidades. Esto queda por debajo del incremento del 19% planteado en 2023 y el 9% de una propuesta consensuada el año pasado.
El plan también propone que algunos bancos con grandes portafolios comerciales podrían enfrentar aumentos menores o incluso reducciones en sus requisitos de capital. Esto supondría un alivio para los bancos más grandes, que junto con Wall Street han presionado fuertemente contra la propuesta original conocida como “Fin de Basilea III”.
Críticos del esquema original alertaban que aumentos sustanciales en el capital podrían elevar costos en préstamos y debilitar la competitividad de bancos estadounidenses frente a rivales globales, mientras los defensores apuntaban a la estabilidad financiera a largo plazo.
El plan aún no es definitivo pero se espera su presentación oficial en el primer trimestre de 2026. La vicepresidenta de Supervisión de la FED, Michelle Bowman, nombrada este año por Donald Trump, lidera la elaboración del nuevo marco normativo, en coordinación con la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) y la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC), quienes deben aprobarlo.
Además, el esquema contempla una exención para bancos medianos que acepten restricciones alternativas. Reguladores están ajustando cómo medir el riesgo asociado con actividades de trading, gestión de patrimonio y banca de inversión para reducir el impacto en las líneas de negocio que generan ingresos por comisiones.
Esta revisión atendería las reclamaciones del sector financiero que consideraba que la propuesta inicial penalizaba excesivamente los modelos de trading diversificados y la banca de inversión.
Los grandes bancos muestran ahora mayor confianza para devolver capital a sus accionistas: en el tercer trimestre elevaron recompras de acciones un 75%, superando los $27.000 millones, a medida que la FED flexibiliza algunos estándares de apalancamiento y prueba de estrés.
Por su parte, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, sugirió descartar elementos de la propuesta de 2023 que imponían el mayor entre dos métodos para medir requisitos de capital, lo que aumentaba obligaciones para las entidades financieras.
Fuentes cercanas al proceso aseguran que, aunque falta consenso final, la dirección de la FED apunta hacia un marco más ligero y ajustado para mantener estabilidad sin frenar el crecimiento de los bancos estadounidenses más grandes.
Reguladores y bancos ahora están en un punto medio que podría evitar un choque frontal, aunque el debate sobre el capital sigue vivo en el corazón de la política financiera de EE.UU.
