La historia de La Locura comenzó hace más de 40 años con una pareja venezolana que llegó a Cali trayendo un sabor distinto: el hojaldre relleno venezolano.
Hoy, bajo el liderazgo de Vanessa Zapata, hija de los fundadores Omaira Ospina y Manuel Tiberio Zapata, la empresa familiar no solo se consolidó en el Valle del Cauca, sino que creció a 90 puntos de venta en Colombia y factura cerca de 12 millones de dólares anuales.
Fue en 1985 cuando abrieron su primer local, luego de vender hojaldres caseros puerta a puerta. Su producto ganó fama —tanto que un cliente dijo alguna vez “esto realmente es una locura” y ese nombre terminó convertido en marca.
En la última década, La Locura dobló sus ingresos y diversificó su portafolio, incluyendo pandebonos, pandeyucas y almojábanas congeladas que ya representan el 12% de sus ventas. También lanzaron productos semi-hojaldrados, una planta de carnes frías llamada Buller y marcas de salsas y snacks.
La expansión no se limitó a Cali: se abrieron locales en Pereira, Manizales, Armenia, Tuluá, Palmira, Jamundí y Popayán, y los productos ya están en grandes superficies como Oxxo, Ara, D1 y Dollarcity.
Vanessa Zapata, con formación en finanzas y gestión empresarial en universidades como Externado, ESADE y American University, asumió en 2006 la dirección financiera y en 2019 la gerencia general. Ha enfrentado la pandemia y el cierre de distribuidores claves, pero mantuvo la empresa firme e incluso implementó flota de vehículos eléctricos para hacer la compañía más sostenible.
Ahora la meta de Productos Alimenticios La Locura S.A. es continuar la expansión dentro y fuera del país, aprovechando una marca que empezó con un hojaldre y hoy es referente regional.


































