Más de 520 millones de niños vivían en 2024 en zonas de conflicto armado, según el último informe de Save the Children divulgado hoy. Es un récord histórico por tercer año consecutivo: uno de cada cinco niños en el mundo está expuesto a violencia extrema.
El continente más afectado es África, donde 218 millones de menores enfrentan ambientes de guerra, la tercera parte de la infancia africana. La gravedad se refleja en la brutalidad: la ONU confirmó 41.763 casos de violaciones graves a los derechos infantiles, un aumento del 30% frente al año anterior.
Estas violaciones incluyen asesinatos, secuestros, agresiones sexuales, mutilaciones, reclutamiento forzoso y ataques a escuelas. En promedio, cada día 78 niños sufrieron estas atrocidades en 2024.
Cuatro conflictos concentran la mitad de los casos: los territorios palestinos, la República Democrática del Congo, Níger y Somalia. Los niños palestinos son los más afectados: uno de cada tres niños asesinados o mutilados en el mundo era palestino, según datos de la ONU.
Inger Ashing, directora ejecutiva de Save the Children, denunció que estas cifras representan “personas con nombre y rostro”, como Ali, niño palestino desnutrido con enfermedad ósea, o Bahati, niña congolesa que huyó de un ataque a su escuela con balas sobrevolando.
“Se trata de niñas y niños que viven y respiran terror, dolor, pena, hambre y sufrimiento”, dijo Ashing.
El informe también destaca una correlación entre la violencia contra los niños y el gasto militar: los países con más niños vulnerables son los que más invierten en armamento.
La ONU atraviesa un proceso de recortes presupuestales y reformas conocido como UN80, que afectará los programas de protección infantil en zonas de guerra. Al mismo tiempo, los países ricos reducen su financiación a la ayuda humanitaria, lo que complica aún más la protección a millones de niños.
Save the Children llama a los gobiernos a respetar el derecho internacional humanitario, aumentar recursos para proteger a la infancia y exigir rendición de cuentas por estas violaciones graves.
						
									

































