En Nueva York, Javier Milei y la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, se reunieron hoy para evaluar el impacto del swap financiero de 20.000 millones de dólares aprobado por Estados Unidos para Argentina.
El acuerdo, impulsado por la administración Trump, busca respaldar al Banco Central argentino y facilitar el cumplimiento de los pagos de deuda privada en 2026. Además, fortalece las reservas internacionales, clave para los requisitos que Argentina debe cumplir ante el directorio del FMI.
La directora del Fondo valoró el apoyo explícito de Scott Bessent, secretario del Tesoro de EE.UU., en favor del gobierno de Milei. “Acogemos con satisfacción la declaración de apoyo de Bessent a Argentina. Esto subraya el papel crucial de los socios en la promoción de políticas sólidas de estabilización y crecimiento en beneficio del pueblo argentino”, señaló Georgieva en su cuenta de X.
Estados Unidos controla la mayoría del directorio del FMI, y Trump ha mostrado respaldo político y personal al gobierno de Libertad Avanza. En consecuencia, el FMI extendió un plazo para que Argentina mejore sus reservas, ya que el país no alcanzó la meta de mitad de año pero cumplió con otros indicadores clave del programa económico.
Argentina había solicitado un waiver debido a las bajas reservas acumuladas, argumento avalado por el ministro Luis Caputo. El fondo aprobó la revisión de julio reconociendo las medidas tomadas para acercarse a la meta fijada.
El nuevo swap asegurará que para marzo de 2026 Argentina no tenga problemas para cumplir con el objetivo de reservas pactado con el FMI.
La reunión de hoy entre Milei y Georgieva es un paso clave para ratificar ese respaldo financiero y la continuidad del programa acordado, que implica estrictos controles sobre déficit y emisión monetaria.
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