El Ministerio de Ambiente pidió revisar la concesión que permite a la embotelladora INDEGA S.A., filial de Coca-Cola, captar 3,23 litros por segundo de agua subterránea en siete manantiales de La Calera, Cundinamarca.
La ministra encargada, Irene Vélez, ordenó a la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) evaluar nuevamente el permiso, ante la preocupación pública por la disponibilidad de agua para consumo humano en la región.
El Ministerio enfatiza que el agua debe priorizarse para el abastecimiento de las comunidades antes que para fines comerciales. La polémica concesión ha generado cuestionamientos sobre el impacto ambiental y social del uso intensivo del recurso hídrico en una zona con presuntas limitaciones.
La CAR tiene ahora la responsabilidad de revisar que la captación no afecte los ecosistemas locales ni comprometa el suministro de agua a los habitantes de La Calera y sus alrededores.
Esta revisión ocurre en un contexto de creciente presión para controlar el uso de recursos naturales por parte de grandes empresas, especialmente cuando se trata de agua, recurso vital y cada vez más escaso en varias regiones de Colombia.
El permiso inicial autorizó la extracción desde siete manantiales que, según las críticas, podrían abastecer a comunidades locales y no a una embotelladora con fines comerciales.
Hasta el momento, ni INDEGA ni Coca-Cola han emitido un pronunciamiento oficial sobre la orden del Ministerio de Ambiente.
